1. Mi ex, su novia y yo. 3


    Fecha: 21/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Wilmorgan, Fuente: TodoRelatos

    ... al máximo. Era el momento.
    
    - ¿Sabes que hay algo que nunca me atreví a confesarte? – le dije, con el regusto de su novia en mi boca
    
    - Sorpréndeme.
    
    - Me pone muy cachonda obedecerte y que me humilles. Pero me gustaría probar algo. Un paso más.
    
    - ¿Qué quieres decir? – me preguntó curioso.
    
    - Que me fuerces. Que me obligues a chupártela. Me pegues. Me pone mucho que me trates como una puta sin valor. Que me folles mientras yo intento resistirme, pero me sometas con tu fuerza. A base de golpes y dolor. – dije, con su pene como micrófono.
    
    - ¿Lo estás diciendo en serio?
    
    - Completamente. Me estoy mojando de solo pensarlo. De imaginar cómo me maltratas. Cómo si fuera un simple objeto. Que me revientes, como me reventaste el culo hace unos días en esta misma cama. Pero más duro, más bestia. ¡Destrózame!
    
    Me miró confuso durante unos segundos y de repente ¡Plas! Una bofetada en toda la cara. Me dio bien fuerte, como nunca antes lo había hecho. Con los ojos llorosos miré al armario, yo no podía verla, pero esperaba que ella no estuviera perdiendo detalle.
    
    - Dame más. Hazme de todo. Y por favor, por más que luche, por más que suplique, no te detengas. – le dije, besando su tiesa polla.
    
    - Si quieres que pare de verdad, di tres o levanta tres dedos. ¿Entendido?
    
    Yo asentí con la cabeza. Fue lo último que pude hacer pues ese hombre del que había estado enamorada, se convirtió en un animal. Empujó mi cabeza obligándome a tragarme su polla hasta la garganta. Aún muriéndome por las arcadas no me soltaba. Yo pataleaba y le golpeaba los muslos desesperada. Cuando me soltó mi cara era un mar de lágrimas y babas, morada por la falta de aire y completamente desencajada.
    
    - Te voy a follar y me da igual si te gusta o no. – me dijo con una bofetada que me hizo girar la cara.
    
    Tirando de mis pelos me hizo tumbarme en la cama. Lo que antes hubiera sido una placentera estimulación con sus habilidosos dedos, ahora fue una sucesión de golpes con la mano abierta en mi pobre chochito. Cuando se cansó de hacerme gritar, mitad fingido y mitad real, me folló. Tirando de mis piernas las puso en sus hombros y estando él de pie, me follo al filo de la cama con una violencia descomunal.
    
    - No, no quiero. Déjame ¡Me haces daño!!
    
    - Me da igual, zorra. Sufre mientras te follo.
    
    Yo intentaba zafarme procurando que fuera creíble ante la cámara. Él me golpeaba tanto la cara como las tetas, sin dejar ningún momento de taladrarme como si quisiera romperme en dos. A pesar de la rudeza y el dolor, una parte de mi estaba disfrutando. Me hacía daño, pero lejos de lo que podría hacerme un hombre como él si quisiera. Se estaba controlando. Cumplía la fantasía que supuestamente yo le había pedido. Pero era un cabrón. Por muy bien que follase. Aunque tuviera sus detalles buenos, era un cerdo hijo de puta.
    
    Me metió tres dedos en la boca hasta la arcada. Otro golpe hizo salpicar mis babas. Me escupió en la cara. ¡Joder que rico! Me estaba volviendo loca. ...