Una vida peculiar (Cap 9) - Relatos Eróticos

Una vida peculiar (Cap 9)

... Tiró del cierre con saña y me sacó el huevo del interior para metérmelo a la boca.

-Eres una puta caliente mojabragas, por eso no las llevas. Mira cómo tienes el chocho- y me dio una palmada sonora en él. –Ya se ha pasado la hora de comer y no he comido, tengo hambre, mientras voy a por algo de comida, quiero que te desnudes y sobre la mesa te chupes tu propio coño.

Es verdad, desde que me lo mandaron, hacía todos los días los ejercicios de flexibilidad, Siempre he sido una chica flexible, por lo que no me costó trabajo llegar. Igualmente, era un movimiento que me doblaba completamente alzando mis piernas, estar en esa postura mucho rato, además de denigrante, era muy dolorosa para mí. Me tumbé boca arriba sobre la mesa y con las manos en mis caderas, las alcé. Levanté la cabeza un poco para alcanzar el coño y saqué la lengua para empezar a lamerme el clítoris.

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Era momento de la reunión. Me encontraba en mi oficina (esta reunión era por videollamada), desnuda de cintura para abajo, empalada por el dildo y con un plátano entero metido en mi coño con el cierre echado, esa era mi comida de hoy, pero había que prepararla, según mi ama. Quitando algún que otro pellizco en la parte de mi cuerpo que no se veía por la cámara, no pasó nada que pudiera interferir en la reunión, aparte, esta fue más corta que la de la mañana y mi ama estaba cansada.

-He hablado con Alex y le he contado que por tu culpa casi comprometes nuestra forma de vida, porque no sabes ocultar tus putas emociones y que he tenido que revelar a Sandra todo esto- dijo mientras me vestía. Ya era hora de irnos a casa.

-Por suerte, no me va a pasar nada ya que le he avisado, y habrá que estar pendiente de Sandra para ver si cumple con su palabra y no dice nada. A ti todo esto te va a dar igual, porque vas a seguir como siempre, obedeciendo cuando sea, como sea, donde sea y lo que sea. Ahora vámonos, que en casa te espera una buena puta- me dijo dándome un tortazo.

Salimos de la oficina dirección al ascensor para coger el coche. Me tocó volver a conducir, y esta vez las cadenas que unían mis partes con los pedales estaban más tirantes. Llegó un momento que pensé que los pezones se separarían de mis tetas. Tenía miedo por lo que pasaría en casa, me iban a castigar, eso seguro.

CONTINUARÁ…

P.D: Como siempre, muchas gracias por haber llegado hasta aquí y tomaros el tiempo de leer el relato. Tenéis mi correo o los comentarios de la web para comentarme qué os ha parecido y demás cosas.