1. Uno aguanta hasta que no aguanta más


    Fecha: 27/06/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Will Brown, Fuente: TodoRelatos

    ... lamidita, pero está tan sensible que no la puede soportar y me arrastra hacia arriba. Volvemos a besarnos, a juntar nuestros labios. Nos morreamos dejando que nuestros sexos descansen un minuto, pero ninguno de los dos ha venido a comportarse como un adolescente así que no tardamos en volver al lío. Ahora es ella quien sube encima de mí, baja lentamente y muestra su intención de darme sexo oral. Le pido lo que me gusta: lámeme debajo de los huevos, y lo hace encantada. Me lame mientras sacude mi polla. Guío con mis manos las suyas para que con uno dedito sustituya su lengua acarciando tan suavemente como pueda, apenas rozando, la piel de mis testículos, y ahora tiene su boca libre para empezar a lamer mas arriba. Sube escalando por mi tronco hasta que se apodera de mi glande y empieza a lamer. Me gusta, me encanta, y a ella también. Me pregunta si quiero mas y le respondo “si, por favor”. Se cerciora, preguntádonme de nuevo si seguro que quiero más. Se lo ruego, le digo que sí, por favor, que me haga lo que quiera YA!
    
    Dicho yh echo, Mona se traga mi polla hasta el fondo y empieza a chupar como una experta. Sabe lo que hace. Lo hace mejor que mi mujer nunca lo ha hecho y mejor que muchas de mis antiguas novias, porque lo hace con GANAS. Se nota que lo disfruta, y yo mentalmente se lo agradezco y la venero por ello. Una polla es una cosa bonita que da mucho placer a una mujer; una polla merece ser reconocida por sus acciones al igual que lo es un coño. Es verdad que ni el olor ni el gusto son neutros, no son de aire, pero es olor y sabor de sexo, de pasión, de entrega, de unión total, de darlo todo por otra persona. Muchas mujeres no llegan nunca a entregarse de este modo y por eso no saben gozar de una buena polla. Imagino que con los hombres pasa igual. Pero a mi me encanta comer y dedicarme por completo al chochito de mi amante y doy gracias una y otra vez que Mona también disfruta haciendo delicias con su boca en mi polla.
    
    Sigue con su mamada mientras yo acaricio su cabeza y la acompaño en sus movimientos. No necesita que le imprima el ritmo adecuado, lo hace sola. A veces, cuando puedo, mis brazos alcanzan a agarrar sus tetas y les doy una buena manoseada, pero prefiero concentrarme en lo que me está haciendo y acariciarle el pelo. Ella también, y veo como se excita más y más. Al cabo de un rato, una de sus manos desciende haca su sexo para masturbarse otra vez. Ya está lista para la acción de nuevo, lo veo, y yo hace rato que también. Su mamada es para enseñarla en clases de sexología, pero ya necesito pasar al siguiente nivel y meterme dentro de ella. Se lo digo:
    
    -Mona, quiero follarte YA.
    
    -Hazlo, amor, fóllame.
    
    ¿Amor? Joder, eso si que me descoloca. Estoy casado con otra, Mona, tu solo eres mi amante. Y tú también estás casada, o eso me dijiste. Por un segundo no se que pensar. Entonces Mona se tumba en la cama por si sola, se abre de piernas, acaricia sus labios y los separa con sus dedos, me mira lasciva y con la otra mano ...
«12...456...10»