1. Uno aguanta hasta que no aguanta más


    Fecha: 27/06/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Will Brown, Fuente: TodoRelatos

    ... todas mis sensaciones en el fabuloso rozar de mi polla con las paredes internas de su coño mientras entraba y salía, hice acopio de mis pocas energías y me marqué una cabalgada final tan salvaje como nunca había follado. Me fallaron las rodillas y seguí follándome a Mona como si no hubiera un mañana. De mi boca solo salía un constante:
    
    -Oooohhh!!! Oooooh!!! Ooooooh!!!!
    
    De la suya solo escapaba un constante y sibilante
    
    -AaaahhhhaaaAAAAAAAAAaaaahhhhaaaAAAAAAAAH!
    
    Y la cabalgué una y otra vez hasta que exploté. Exploté a lo grande. Lo sintió ella primero:
    
    -Ah! Ah! Ah! Ah! Ah! Cómo crece! Ah! Ah! Ah!
    
    Y yo no pude hacer otra cosa que seguir creciendo y gritando “Toma! Toma! Toma! Toma!” hasta que el último “toma” se convirtió en un:
    
    -“Tomaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh……”
    
    Y así fue. Acabé como un bestia dentro suyo.
    
    Una vez me corrí, me quedé encima de ella resoplando, intentando recuperar mi respiración desbocada. Con un brazo a cada lado de Mona, nuestras pelvis aún unidas, semi incorporado encima de ella, mirándola sin verla. El frenesí salvaje había pasado y solo quedaban las consecuencias físicas de una cabalgada animal. Fui volviendo a mis cabales. Cuando retrocedí un palmo, de cuclillas, mi pene emergió de entre su coño acompañado de un par de viscosos hilos blanquecinos.
    
    - Joder, ¡te has corrido dentro!
    
    Entonces sí comprendí las posibles repercusiones de lo que acababa de hacer: Sin haber sido muy consciente de ello, yo, un hombre casado, le puse los cuernos a mi esposa e inundé con mi simiente el coño de una desconocida de una mujer de quien no sabía su nombre real, de una mujer de quien ni siquiera tenía el teléfono, de otra mujer casada cerca de sus días fértiles. Genial.
    
    -Eres un cabrón, joder. ¿Y ahora qué?
    
    -Y tu una cabrona. No me culpes a mí solo cuando tú me has quitado el condón y me has agarrado como un pulpo para que no saliera.
    
    -Joder si, pero una cosa es follar y la otra correrse dentro. Te podías haber salido cuando se acercaba. ¡qué estoy casada coño!
    
    -Mira, no me vengas con tonterías. ¡como si yo no lo estuviera! Yo seré un cabrón pero tu otra cabrona. Y, por cierto, que bien follas, Mona.
    
    -Hahaha! Pues ya ves… y tu también, amor.Ven, bésame y cállate.
    
    Me gustaría decir que por lo menos entonces tuve un poco de cordura. Pero no. La besé de nuevo, la morreé con lengua, con saliva y con lujuria -¡qué morreo!-. La morreé de nuevo, y así es como empezó el segundo asalto. 
«12...78910»