1. Incesto con mi padre el día de mi boda


    Fecha: 24/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Quique, Fuente: TodoRelatos

    ... me dejo por que le iba más el pescado que la carne, y tú sigues sus pasos.
    
    Me puse aún más altiva.
    
    -Sí, me gusta comer coños. ¿Pasa algo?
    
    Vino a mi lado, me dio la vuelta, me echó encima de la cama y me dio una azotaina en las nalgas. "¡Plassss, plassss, plassss, plasssss...!"
    
    -A ver si así respetas, golfa.
    
    La azotaina me puso cachonda de nuevo. Me puso en pie, lo encaré y le di una bofetada. "¡¡Plasssss!!" Aún me puse más cachonda. Le dije:
    
    -Cuando tú me respetes a mi te respetaré yo a ti.
    
    -Vas a aprender de una vez por todas.
    
    Me volvió a echar encima de la cama, me bajó las bragas, y me volvió a dar en las nalgas: "¡Plassss, plassss, plassss, passss...!" Perra perdida, con el coño empapado y consciente de que me estaba mirando para él, le dije:
    
    -¿Te gusta lo que ves, degenerado?
    
    Se tiró a mi coño como un lobo y me clavó la lengua en la vagina. Cuando la sacó, le dije:
    
    -¿Te gustó el sabor de mi coño, perro?
    
    No me contestó. Estaba demasiado ocupado mirando para el pastel de crema que llevaba tiempo deseando comer. Lo provoqué.
    
    -¿Es qué no sabes que hacer con el?
    
    Su lengua se deslizó de abajo a arriba por mi coño y llegó hasta el ojete. Luego lamió a toda mecha, y jadeó cómo un perro. Me estaba comiendo el coño con voracidad... No pude evitar gemir cuando sentí que me iba a correr y cuando exploté, grité:
    
    -¡¡Me corro!!
    
    Al acabar de correrme tenía ganas de más. Yo siempre tengo ganas de más. Cuando follo, si no me corro un mínimo de cuatro veces, no quedo satisfecha. Me puse en pie, subí las bragas, y le dije:
    
    -Ahora querrás correrte tú, aunque tengas que violarme.
    
    -Me conformaría con verte desnuda.
    
    Sus palabras me desconcertaron.
    
    -¿Y eso a qué de debe?
    
    -A que te deseo, pero no quiero hacerte daño.
    
    Me senté en el borde de la cama, lo miré y le dije:
    
    -Un rayo me parta si te entiendo. Se te cae la baba al verme Me comes el coño. Me corro en tu boca y ahora dices que te conformas con verme desnuda.
    
    -A ver si así lo entiendes, me nuero por estar dentro de ti, pero eso solamente lo haría con tu consentimiento.
    
    Miré para el bulto de su pantalón y me entraron ganas de saber cómo era aquella polla que hacía el bulto, pero le dije:
    
    -Entonces nunca me follarás.
    
    -Ya me doy por satisfecho con haber bebido de tu esencia.
    
    No lo podía dejar escapar.
    
    -¿Qué harías en este momento si yo fuera otra?
    
    -Si fueras otra no estarías aquí conmigo.
    
    -No digas tonterías, con el empalme que tienes... ¿Qué harías?
    
    -¿Seguro que quieres saberlo?
    
    -Sí.
    
    -Levántate.
    
    Me levanté. Me quitó la caperucita roja con la capa y me dio un pico. Me quitó los cordeles del corpiño negro. Me besó en el cuello y me quitó la blusa blanca dejando mis gordas tetas al aire. Me quitó la falda rosa con encajes blancos. Luego me desató los lazos rojos que sujetaban mis medias blancas... Hizo que me sentara en la cama y me quitó los zapatos y las medias, luego hizo que me levantase de nuevo y me quitó ...