1. Incesto con mi padre el día de mi boda


    Fecha: 24/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Quique, Fuente: TodoRelatos

    ... madrasta de espaldas, al lado de la encimera. Vi como él le tocaba el culo y oí cómo Camila le decía:
    
    -Estate quieto que nos puede ver la criada e irle con el cuento a tu mujer.
    
    Al oírla, en vez de sentir rabia, sentí alivio, pero aún así les dije:
    
    -¡La puta que os parió!
    
    Se giraron. Camila sonrió y con más cara que espalda, me dijo:
    
    -Quien no cuida de su polla otro coño se la folla.
    
    Ganas me dieron de ir a por ella y darle de ostias hasta en el carnet de identidad, y no por follar al picha floja de mi marido, si no por reírse en mi cara, pero no me quise manchar las manos. Lo que le dije fue:
    
    -Un coño viejo se la folla.
    
    Mi marido estaba blanco como la cera. Parecía un muerto, y en cierto modo lo estaba, ya que para mí había muerto, si no lo estaba ya antes de descubrirlo con mi madrastra. Me dijo:
    
    -Lo siento, Greta.
    
    -¡No me dirijas la palabra, cornudo!
    
    Me fui a mi habitación. Estaba cogiendo lo esencial para volver a Santiago, cuando llegó Silvia y me dijo:
    
    -La voy a echar mucho de menos, señora.
    
    Me había quedado la boca dulce, así que le pregunté:
    
    -¿Quieres trabajar para mi?
    
    A Silvia se le dibujó una amplia sonrisa en los labios.
    
    -¡Sí!
    
    -Te llamaré un día de estos.
    
    Sentada en un asiento del tren, miré para una anciana que se sentaba enfrente de mí, le sonreí y luego, para hacer el viaje más corto, cerré los ojos y me puse a pensar en la primera vez que había follado con mi padre. Os cuento como fue, en un último flashback.
    
    Era martes de carnaval. Mi amiga Jacinta y yo habíamos vuelto del baile y estábamos en mi habitación. Yo estaba disfrazada de Caperucita, con mi caperuza roja, con una minifalda que casi enseñaba mis bragas blancas, con unas medias también blancas que me subían un poco de las rodillas y que sujetaba con unos lazos rojos, y calzando unos zapatos rojos que tenían unos tacones escandalosamente grandes. Jacinta, iba disfrazada de ladrón, con su camiseta a rayas, con su gorro, su antifaz, su pantalón negro y sus zapatos negros con poco tacón.
    
    Pasó mi padre por delante de la puerta de la habitación, que habíamos dejada abierta porque sabíamos que no había nadie en casa, vio a Jacinta en cuclillas delante de mi y lamiéndole el coño, y me dijo:
    
    -Así que eso es lo que hacíais cada vez que dormía aquí Jacinta.?
    
    Nos separamos. Jacinta salió escopetada, de la habitación y del chalet. Yo subí las bragas. Si había de bajar la cabeza y fingir que me sentía avergonzada, me puse altiva.
    
    -Podías haber pasado de largo.
    
    -Sí, y ser tu alcahuete...
    
    Sabía que me tenía ganas, así que por interrumpirme en lo mejor tenía que darle donde más le dolía.
    
    -¿Te molestó verme con otra chica papá? Mejor que contigo, con cualquier hombre o mujer.
    
    -¡A mí me hablas con respeto!
    
    -Te hablo con el respeto que te mereces, degenerado. ¿Te crees que no me doy cuenta cómo me miras para el culo y para las tetas cuando crees que no te veo? No me extraña que te dejara mi madre.
    
    -Tu madre ...