1. Incesto con mi padre el día de mi boda


    Fecha: 24/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Quique, Fuente: TodoRelatos

    ... lengua cuando quedaba al descubierto. Yo, entregada al placer, gemía y me acariciaba las tetas. Luego, mi padre, lamió de abajo a arriba y volvió a saborear los jugos. De repente dejó de jugar con el capuchón, apretó su lengua contra el coño y lamió de abajo a arriba a toda pastilla. No tardé en decir:
    
    -¡Me corro en tu boca, papá!
    
    Dejó que me recuperara, se arrodillo delante de mí y me echó las manos a las tetas. Yo levanté el culo. De un chupinazo me metió la polla en el coño... Luego la metió y la sacó con lentitud... Fue aumentando paulatinamente la velocidad de las clavadas y al final, apretando con cuatro dedos mis pezones, me dio a romper. Me corrí cómo una princesa de cuento porno. Dejó que me acabara de correr, me volvió a dar a romper y me volvió a venir. Quiso que me corriera de nuevo y me volvió a follar a mil por hora. Vio que se iba a correr, la quitó, me comió el coño hasta que me corrí y después me volvió a follar hasta que se corrió él.
    
    Volvamos a la conversación que estábamos teniendo. Me decía mi padre:
    
    -Has debido suponer que al venir a vivir aquí lo intentaría.
    
    Claro que lo había supuesto, por eso había ido, pero no se lo iba a decir, lo que le dije fue:
    
    -Lo que te suponía era más respetuoso con una mujer casada. ¿Pido, o no pido?
    
    -Pide.
    
    Tiempo más tarde estábamos uno frente al otro, sentados en dos sofás. Encima de la mesa camilla había dos rollos de primavera, To Fu con salsa picante, arroz frito tres delicias, cerdo agridulce, pan de gambas y plátano frito con miel.
    
    Mi padre, que había puesto sobre la mesa camilla una botella de vino Albariño, una coca cola de litro, otra de agua y dos copas, me preguntó:
    
    -¿No será mucha cena?
    
    -A mí no me va a sobrar.
    
    -Estás hambrienta.
    
    -Mucho.
    
    No me sobró nada, pero la comida me había tirado por el agua, y el plátano frito con miel que comí al final me tiró de la coca cola, y a esta, mi padre, le había echado somníferos. Al rato le decía:
    
    -Quería mirar una película contigo, pero me está entrando el sueño, papá.
    
    -Dormida, debes parecerte a la Bella Durmiente
    
    -Sé lo que estás pensando.
    
    -¿Y en qué estoy pensando?
    
    -En aprovecharte de mi, pero eso no va a pasar.
    
    Me mintió como un bellaco.
    
    -Yo no me aprovecho de las mujeres.
    
    Al rato se me fue la cabeza hacia los lados y se me cerraron los ojos. Mi padre vino a mi lado y me agarró para que no me diese un golpe. Me puso sobre la alfombra y dijo:
    
    -Eres preciosa.
    
    Somnolienta, abrí los ojos y le dije:
    
    -Llévame a mi cama.
    
    Se arrodilló a mi lado, me abrió la bata y vi cómo miraba mis largas piernas, mi vientre plano, mi ombligo metido para dentro, mi coño, que estaba rodeado por una mata de vello rubio, mis tetas gordas con areolas color carne y mis gordos pezones.
    
    -¡Qué buena estás!
    
    Sacó del bolsillo de la bata un frasquito, lo abrió y me lo puso en las fosas nasales unos segundos, tras los cuales me invadió un calor cómo nunca antes había tenido, o sea, que me ...
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