1. Incesto en medio del monte


    Fecha: 21/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Quique, Fuente: TodoRelatos

    ... entre mis piernas. Vi acercarse a mi cuñado con la polla morcillona. Cuando Jacinta lamió mi coño, mi cuñado se lo lamió a ella y le echó las manos a las tetas. La muchacha dejó de lamer mi coño y lamió mi clítoris con la punta de la lengua... Soltaba unos cuantos gemidos y volvía a lamerlo. Sabía lo que hacía. Quería que nos corriéramos juntas de nuevo. Tiempo después, cuando sintió que se iba a correr, me chupó el clítoris con fuerza y acabamos las dos corriéndonos cómo golfas.
    
    Al acabar de corrernos me dio un beso con lengua, luego se echó a mi lado y me dijo:
    
    -Tienes un polvazo.
    
    Mi cuñado estaba de acuerdo con ella.
    
    -Tiene. Ponte boca abajo, Xena.
    
    Jacinta se celó, sin saber que ese era mi apodo.
    
    -Si ella es Xena yo quiero ser Gabriela.
    
    Me puse boca abajo. Mi cuñado le preguntó.
    
    -¿Quieres la parte de arriba o la de abajo, Gabriela?
    
    -La de arriba, Ares.
    
    La dejamos fantasear con una princesa y un dios.
    
    Jacinta besó y lamió mi espalda y mis costillas, me echó las manos a las tetas, besó y lamió mi cuello, me giró la cabeza, me comió la boca y me preguntó:
    
    -¿Te gusta lo que te hago, Xena?
    
    -Sí, Gabriela.
    
    Mientras Jacinta hizo lo que os he dicho, mi cuñado me abrió las nalgas y le dio tal repaso con la lengua al periné y al ojete que me dejó el ojete latiendo. Luego me puso boca arriba. Jacinta me comió la boca, me besó, me lamió y me chupó el cuello y me comió las tetas, jugó con su lengua en mi ombligo... Mi cuñado me lamió las plantas de los pies, me lamió y me chupó los dedos, me lamió los tobillos, y luego subió lamiendo por el interior de los muslos hasta llegar al coño. Lo lamió de abajo arriba varias veces. Estaba tan mojado que parecía un lago. Paró de lamer, se sentó delante de mí, me echó las manos a la cintura, me levantó y me clavó su gorda polla en el coño. Gozaba como una cerda cuando Jacinta puso su coño en mis labios. Saque la lengua y le di brillo, mejor dicho, se lo dio ella moviendo la pelvis de delante hacia atrás y de atrás hacia delante, al tiempo que se besaba con mi cuñado.
    
    Acaricié mi clítoris con dos dedos y en nada me corrí como una loba. No pude anunciar mi orgasmo porque tenía la boca tapada con el coño de Jacinta.
    
    Luego de correrme, Jacinta me apartó el coño de la boca, se dio la vuelta y se estiró sobre mí. Mi cuñado se la clavo en el ccoño, le dio duro y en nada se corrió, se corrió él, y lo hizo en la espada de Jacinta. Al quitarle la polla, Jacinta, volvió a ponerme el coño en los labios, y en nada supe lo que era tragar una corrida de mujer.
    
    Jacinta se quedó a vivir con nosotros y follamos lo que no está en los escritos.
    
    Un mes después volví con mi marido, pero seguí follando con mi cuñado y con Jacinta, pues la chavala vivía en un pueblo que estaba al lado del nuestro.
    
    Quique. 
«12...5678»