1. Incesto en medio del monte


    Fecha: 21/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Quique, Fuente: TodoRelatos

    ... porque sé que te correrías, cuatro o cinco veces, o más si lo deseas.
    
    -Ahora ya son más de cinco. Si no me he corrido un total cinco veces en los últimos seis meses, badulaque.
    
    -Debes tener cuajada en el coño para alimentar a un regimiento.
    
    Me sentía bien con mi cuñado. El fantasma me había pasado el hastío y hastacomencé a reír.
    
    -Deja de decir tonterías.
    
    -En fin, solo era una proposición.
    
    -Indecente... Correrme yo cuatro o cinco veces del tirón. ¡Lo que hay que oír!
    
    -O más. ¿Quieres que te lleve ya a casa de tu madre?
    
    Con lo de "o más", me habían entrado las dudas. ¿Y si era verdad? Cambié de opinión.
    
    -No, quiero ir a esa aldea. ¿Cuándo vas a ir?
    
    -Esta noche, ya tengo el coche cargado.
    
    -¿De qué?
    
    -De cosas.
    
    -¿Qué cosas?
    
    -Cosas que necesitan en esa aldea, cosas como jabón perfumado, mecheros, librillos de papel para liar, peines..., cosas así.
    
    -¿Y vas de noche?
    
    -Conduciendo de noche se evita el tráfico.
    
    Un par de horas más tarde íbamos por una pista forestal de tierra sin más luces que la de la luna, las estrellas y las de los faros del coche. Me entraron ganas de follar. Le pregunté:
    
    -¿Falta mucho para llegar a esa aldea?
    
    -Aún falta.
    
    -Tendremos que hacer algo para que no nos dé el sueño.
    
    -¿Cómo qué?
    
    -¿A ti que se te ocurre?
    
    -Follar.
    
    -Es una buena idea.
    
    Le eché la mano a la entrepierna. Le bajé la cremallera del pantalón, le saque la polla y me llevé una agradable sorpresa.
    
    -Ya está dura y es gorda, no muy larga, pero gorda, que es lo que a mí me gusta.
    
    Lamí el glande, luego se lo chupé como si fuera la cabeza de una gamba y apreté el cuerpo de la polla con las dos manos hasta ahorcarla. Con ella fuertemente presionada y chupando, lo masturbé. Me preguntó:
    
    -¿Cuánto hace que no follas, Xena?
    
    Deje de mamar para responder:
    
    -No me acuerdo, pero debe hacer bastante porque tengo telas de araña en el coño.
    
    -No conocía esa faceta tuya tan jocosa. Ni tampoco esperaba que mamaras tan cojonudamente bien. Tan cojonudamente bien mamas que como sigas me corro.
    
    Seguí mamando. En el momento que comenzó a correrse le apreté tanto la polla que la leche no salió. Al soltarla salió con tanta fuerza que los dos primeros chorros quedaron colgando del techo del coche. Me echó la mano derecha a la nuca y me llevó la boca a la polla para que me tragase el resto de la leche de la corrida.
    
    Al acabar de correrse, paró el coche en medio de la pista de tierra, apagó el motor, limpió la leche que colgaba del techo con su pañuelo de mano y luego me dijo:
    
    -Vamos para fuera que te voy a dar lo tuyo.
    
    -¿Es que los asientos no se reclinan?
    
    -Sí, tengo el coche camperizado, pero...
    
    -Pero ahí fuera, puede haber alimañas, y la alimaña la quiero aquí dentro.
    
    Preparó los asientos. Me quité el jersey azul y luego comencé a desabotonar mi blusa blanca. Mi cuñado salió del coche... A medida que se desnudaba fue echando la ropa dentro del auto. Cuando entró en el coche acababa de ...
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