Merche y sus guarradas en el campamento - Relatos Eróticos

Merche y sus guarradas en el campamento

... cm de dura mierda.

-Pruébala, anda guarra – dijo partiendo un trozo de la punta de aquel duro mojón y se lo acercó a Merche a la boca.

La asquerosa rubia, primero bajó su nariz para oler aquel sucio regalo. A continuación sacó se lengua y lo mojó con su saliva, para a continuación, abrir su boca a la espera del regalo. El gordo lo dejó caer en su interior.

Mientras Merche masticaba degustando y gimiendo de placer por el sabor de aquella mierda, El gordo empujó su espalda para ponerla más en pompa.

El primer mojón entró sin problema. Pero la mierda del gordo había sido abundante. Y los últimos dos trozos costaron verdaderamente trabajo que entraran en el interior de aquel túnel anal.

-Lárgate perra. Mañana más- dijo el gordo mientras se limpiaba las manos en el colchón. Los otros chicos permanecían de pie observando a la rubia vestirse con toda naturalidad sin pedir lavarse ni siquiera las manos.

Afortunadamente, Merche no se cruzó con nadie camino a su habitación. Sonrió al ver un pegote de mierda pegada en su dedo pequeño del pie y al notar como la leche del gitano salía de su coño resbalando lentamente.

Al llegar a su cuarto, entró en el baño buscando una buena ducha caliente. Se quitó las bermudas que salieron manchadas de goterones de lefa espesa. A continuación se quitó la camiseta con dificultad. Los goterones de mierda y de lefa de su espalda habían provocado que se pegara la tela a su piel.

Ya desnuda y con la ducha abierta, se paró. Sonriendo lascivamente al espejo, se dijo así misma que era una puta guarra incorregible. Se agachó y dejando la ducha para más tarde, aflojó su ano para dejar salir lentamente la mierda del puto niñato gordo. Aunque había perdido parte de su dureza, mantenía la suficiente para llevarse trozos a la boca y los más duros a su coño.

Ya se ducharía más tarde…