1. El video (II)


    Fecha: 28/05/2019, Categorías: Gays Autor: Fran, Fuente: TodoRelatos

    ... intenciones. Tampoco hubo palabras entonces, estas se limitaban al aula en sus acaloradas discusiones. Fuera de ella apenas se saludaban, y en el despacho del profesor solo unos aplacados sollozos interrumpían el silencio junto al retumbante ruido del aparato de aire acondicionado, tan viejo como la mesa a la que Pedro se aferraba con el culo en pompa absorbiendo la polla de su amante. No se inmutaron todo lo que duraron las embestidas, sin cambio de posturas ni ningún otro aliciente, olvidándose de su propio rabo hasta que el otro descargó su leche en el condón sin separarse antes de una última convulsión que les devolvió a la realidad.
    
    ***
    
    Un baño de realidad les azotó como un huracán furioso golpeando la costa este norteamericana. Pero la catástrofe no ocurría en tierras lejanas, sino allí mismo, en ese salón del piso de Chueca, en esa oficina de una empresa de eventos, y en su propio teléfono móvil. En él Guillermo guardaba los dos videos, aunque solo uno, el de la mamada, había sido compartido en el grupo de WhatsApp del trabajo. Lo abrió una vez más para mostrárselo a Marcos. No pudo visualizarlo entero, los primeros segundos le bastaron para imaginarse el resto.
    
    —¿Quién lo ha compartido?
    
    —Creo que Ricardo. Acuérdate de que fue él quien nos presentó.
    
    —¿Y por qué se lo ha enviado a él?
    
    Guillermo se encogió de hombros. No lo entendía. Podría haber llegado a comprender que Pedro se lo mostrase porque eran amigos, por puro morbo, pero se le escapaba la razón que había llevado a Ricardo a adjuntarlo en el grupo de WhatsApp. Todo el mundo sabía que en lo laboral era un hijo de puta sin escrúpulos y que la mayoría de las veces miraba a los demás por encima del hombro, pero ¿qué necesidad había de hacer algo así? ¿De hacerle algo precisamente a él? ¿Venganza? ¿Despecho? Sí, habían tenido sexo en un par de ocasiones: una en los baños del sótano y otra en su casa después de que se encontraran en la boca del metro cercana a su portal. Ambas habían estado bien, aunque nada del otro mundo. En la cama Ricardo se comportaba como lo hacía fuera de ella: era egoísta, marimandón y despiadado. Pero tenía un buen rabo y Guillermo un calentón del quince. Aquel mediodía Ricardo descubrió su rincón secreto después de que Guillermo se lo montara con un repartidor de una agencia de transportes. Nunca creyó que fuese un chantaje, pero ahora le cabía esa posibilidad. Ricardo le pidió que le mostrara dónde y cómo lo hacían y al acceder a los baños simplemente se bajó la bragueta, sin mediar palabra. Guillermo contempló atónito aquella herramienta larga de formas perfectas que le provocó un inmediato cosquilleo en su entrepierna. Se arrodilló para hacerle una mamada, aunque el otro no tardó en embestirle con rudeza para follarle la boca. Ya conocía su carácter, así que no le importó. Esa era su manera de quedar por encima dando a entender que él manejaba la situación y no al revés. Pero cuando le sujetó con firmeza la cabeza para que no se separara ...
«12...456...9»