1. Un trabajo inesperado (2)


    Fecha: 17/05/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alfonso, Fuente: TodoRelatos

    ... como el sabor eran agradables no dudé en lamer como un perro sediento. Al momento su boca emitía gemidos de placer sin contención. Movía su pelvis al ritmo de mis lamidas haciendo que mi lengua penetrara más profundamente. Sentía como apretaba su coño contra mi boca y no tardó en correrse con fuertes estertores.
    
    Cuando separé mi cara de sus muslos pude ver cómo sus tetas subían y bajaban por la agitada respiración. Sus voluminosos labios entreabiertos inhalaban y exaltaban aire como si acabara de correr una maratón.
    
    Cuando me incorpore su mirada seguía siendo desafiante y no pude evitar besarla. Quería transmitirle el sabor de su propia corrida. Su reacción fue abrazar mi cuello y devorarme la boca como un depredador hambriento. Metí las manos bajo su culo y la levanté de la silla para llevarla en volandas sobre la mesa. Su excitación era intensa y no deje que cesara. Lamí y besé su cuello mientras le quitaba el sujetador. Sus tetas siliconadas se mantenían erguidas y comencé a chuparle los pezones duros y tirantes.
    
    Sus jadeos comenzaron a ser sonoros de nuevo y me atreví a morderlos. Lanzó varios gritos que me llegaron a asustar, pero solo eran placer desbordado. Me agarré la polla y la llevé entre sus muslos. La raja mojada se abrió de inmediato al sentir la presión de mi hinchado capullo. Arrastré parte de la carne de su vagina en la penetración, pero no se quejó. Había insertado la mitad de mi polla y sentí cierta presión opositora. Comencé a bombear despacio y la presión fue cediendo hasta que mi polla se incrustó por completo.
    
    Su cuerpo se había tensado en la primera penetración, pero ahora sus piernas se abrieron más para recibir toda mi polla. Mantuve un ritmo suave sintiendo su excitación temblorosa. Seguía abrazada a mi cuello mirándome a los ojos con la cara desencajada. Gimió sobre mis labios antes de besarme y al momento sentí como se corría de nuevo mordiéndome el labio inferior.
    
    Volvieron los estertores y noté que había perdido el control de la situación. Yo seguía con la polla totalmente dura y sentí que la tenía a mi merced para hacer lo que quisiera. Saqué la polla del ardiente y mojado coño y la bajé de la mesa para hacer que se inclinara. Sus piernas temblorosas cedieron bajo mi presión y acabó agachándose hasta que su boca quedó a la altura de mi polla. Le restregué el capullo contra los labios y al momento los abrió dejando que penetrara. Apenas le costó tragarse media polla, pero parecía no admitir más. Podía sentir sus labios abrazando el tronco venoso en cada suave penetración. Era la primera vez y no quise forzar para que se la tragara entera, aunque estaba seguro que era capaz de hacerlo.
    
    Después de follarme la boca un buen rato hice que se elevará y se girará para mostrarme el culo. La operación la habían hecho con exquisitez. Estaba duro y perfectamente redondeado. Lo apreté y abrí sus glúteos para ver el amarronado agujero. No supe distinguir si era virgen por ahí, pero tampoco era el día y el ...
«12...6789»