Un trabajo inesperado (2) - Relatos Eróticos

Un trabajo inesperado (2)

La primera clienta de mi nuevo trabajo

- Tengo una amiga, una buena amiga, que conozco desde hace mucho tiempo. Tiene una empresa de decoración de interiores, y es ella misma la que visita las casas para valorar como se pueden decorar, aunque después el trabajo lo hacen otros, sus empleados.

Jaci se puso otro café antes de seguir. Ya se había abrochado la bata y volvía a estar decente, por llamarlo de alguna manera, para contarme de qué iba mi nuevo trabajo. Yo me puse otro y me senté a escucharla.

- Tenía un empleado, un chico que la acompañaba para hacer las valoraciones, pero se ha ido, y ahora necesita otro ayudante.

- Pero yo no sé nada de decoración!

- Ni tampoco lo necesitas. Creo que trabajaste unos días en una empresa que colocaba sistemas de seguridad en las casas.

- Pues si, colocaba cables y cámaras!

- Creo que eso será interesante!

Me tenía totalmente despistado. Todavía no entendía mu bien nada, y la deje que siguiera hablando.

- Las casa que decora es de gente de mucha pasta, y claro cuando se tiene dinero normalmente ya has llegado a cierta edad. Para que lo entiendas, las personas que la llaman son señoras que se aburren mientras los maridos se pasan todo el día fuera de casa intentando ganar más dinero, y ellas se lo gastan en ropa, bolsos, zapatos y por supuesto en cambiar la decoración de sus grandes casas cada cierto tiempo.

- Entonces el trabajo sería de acompañar a su amiga y…?

- Estás mujeres pagan mucho dinero por la decoración y mi amiga les ofrece… algo más que valoran mucho!

Dentro de mi torpeza comenzaba a entender a donde quería llegar, y ya no me corté en insinuarlo pues Ceci parecía no decidirse.

- Creo que lo voy entendiendo… señoras mayores y aburridas con dinero que reciben favores sexuales camuflados con la decoración!

- Bueno, parece que los vas entendiendo. Por eso me he enterado bien como eres en este tema, y se que no te importa follarte a cualquier coño que se te ponga delante, por eso creo que eres el indicado para este trabajo. Ganarás bastante dinero por hacer lo que te gusta!

La verdad es que su franqueza me estaba molestando un poco. Realmente yo era así, pero me jodía que me lo dijeran.

- Cree que me follaría a cualquier tía? – le pregunté con algo de despecho.

- Lo creo, pero si no estás dispuesto no pasa nada. Podemos buscar a otro.

Joder, ya me estaba arrepintiendo de la estupidez de mi pregunta, pero no quería parecer un muñeco de trapo.

- Bueno, podemos probar y… ya veremos! – contesté intentando parecer solemne.

- Tu mismo!

- Y… que edades tienen esa mujeres?

- Son unas cuantas, más otras que pueden salir nuevas. La mayoría son mayores, pero también las hay más jóvenes.

- Como de mayores?

Jaci sonrió con más cinismo del que yo podía soportar, pero lo soporte.

- Ya lo irás descubriendo. Pero piensa que solo es un trabajo.

- Como se llama su amiga? – pregunté poniendo serenidad en la frase para intentar evitar que se me ...