1. El último del año


    Fecha: 12/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos

    ... desconocido.
    
    El hombre se deleitó con el cuerpo joven y perfectamente proporcionado, de piel canela. Las tetas de un tamaño medio desafiaban a la gravedad con una dureza casi virginal. Los pezones gordos y duros de color marrón oscuro, pedían a gritos una buena mordida. El abdomen definido por el gimnasio. Un triángulo de vellos marrón claro precisamente delimitado sobre el monte de Venus se veía realmente apetecible.
    
    Ana se inclinó para besar a su vecino antes de subir al sofá y sentarse sobre su cara. La chica le ofrecía merendarse un coño:
    
    -Cómeme cabrón.
    
    -Pero que guarra eres…
    
    -Lame perro, cómetelo todo.
    
    Ana se tiró de los vellos para separar sus labios, abriéndose el coño de par en par. Ante el vecino quedó una vagina rosada de olor penetrante y húmeda. El maduro dio una lamida de abajo a arriba que arrancó un suspiro de satisfacción de la chica:
    
    -Aggg, joder que caliente tienes la lengua.
    
    -Como me gusta tu coño, putita.
    
    -¿Te gusta más que el de tu mujer….?
    
    -Pero que perra eres, hija de puta…
    
    El hombre comenzó a devorar aquel manjar. Agarrado a las nalgas de Ana, acercaba el sexo a su boca para meter la lengua en aquel volcán ardiente. Los suspiros de la chica eran incontrolados, notando como aquel hombre casado recorría cada pliegue de su interior. Sintiendo cómo disimuladamente le introducía un dedo en el ojete (todavía virgen) y con la otra amasaba una de sus nalgas. La joven estudiante miró hacia abajo para ver como sus pelos del coño rozaban la nariz del vecino maduro que no dejaba de morder, succionar, trillar y masajear su clítoris a una velocidad nunca vivida por ella:
    
    -Me corro, cabrón, no pares de mover esa lengua cerdo…
    
    Un grito de placer anunciaba el espectacular orgasmo que acababa de alcanzar con la comida de coño de su vecino. Nunca antes había llegado al clímax con el sexo oral, pero Carlos nunca la había tratado como ella se merecía (quería), ni le había metido un dedo en el culo mientras mordía su pipa… Había sido excitante.
    
    -Vaya corrida que me he pegado cabrón. Joder como me lo has comido. Ahora te toca a ti.
    
    Ana se puso de pie en el sofá. Bajo ella, su vecino se acariciaba el miembro erecto deseoso de penetrarla. Apoyada con una mano en la pared y un pie a cada lado del cuerpo del hombre, fue descendiendo sobre el falo de aquel tipo. Tenía ganas de sentir aquella polla gorda y dura en su interior. La agarró con la mano derecha y la colocó en la entrada de su coño:
    
    -Te mereces correrte dentro de una vagina joven, vecino. Un chochito estrecho como el mío. Llénamelo de leche caliente.
    
    -Ufff, joder niña, que caliente lo tienes.
    
    Ana se fue empalando la polla de su vecino. Sintió cada centímetro que aquel ariete de carne caliente ganaba en su interior hasta que un golpe de cadera de él se la calzó hasta el fondo. Entre suspiros y gemidos de ambos se acoplaron a la perfección. Ella comenzó a moverse sobre él, sintiendo como el glande alcanzaba todos los recovecos de su ...
«12...6789»