1. El último del año


    Fecha: 12/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos

    ... de manera sensual por encima de las letras de la marca estampadas en la camiseta, sobre su pecho. Lo que no esperaba es lo que este vecino le estaba provocando a ella.
    
    Compartir un espacio tan reducido como un ascensor con un desconocido que ha visto como se masturbaba en la terraza y con el que acababa de fantasear en la ducha, era algo que a Ana le estaba provocando espasmos de excitación. Sintió como sus bragas no podían absorber el flujo vaginal que manaba de su entrepierna. El tipo respiraba muy cerca de ella. No había apenas espacio. Estaban enfrentados. Sin decir nada se miraron. El hombre se acercó un poco más a ella sin dejar de mirarla. La chica aceptó el acercamiento con deseo reflejado en sus preciosos ojos. De repente, el vecino pulsó el botón de STOP haciendo que el aparato se detuviese bruscamente. En el movimiento ella cayó levemente sobre él. El beso fue inevitable. Se comieron la boca como dos adolescentes apasionados. Sus lenguas jugaron de manera imprudente, dadas las circunstancias, intercambiando saliva caliente de una boca a la otra. Ana mordió la de él dejándola prisionera de su pasión desenfrenada.
    
    Las manos de los dos pugnaban por palpar cada vez más superficie corporal del otro. Ana agarraba la nuca de su vecino obligándole a agachar la cabeza para seguir besándola. El hombre, con sus grandes manos, dibujaba el contorno de la joven estudiante de medicina con predilección por su culo. Las mallas y unas pequeñas braguitas brasileñas eran las únicas prendas que le separaban de acariciar las maravillosas nalgas de la hija de sus vecinos. Poco a poco fue subiendo, metiendo la mano por el interior de la camiseta hasta palpar aquellas dos fresas con su mano.
    
    Al tacto, Ana se sobresaltó. Era la primera vez que otro hombre diferente a su novio le acariciaba las tetas. Lo hacía de una manera muy diferente. Sin brusquedad pero con determinación. Agarró sus pezones hasta conseguir que le dolieran de placer. La sensibilidad de sus tetas era enorme y más cuando la situación era tan morbosa. En pleno éxtasis un grito les trajo a la realidad:
    
    -Ascensor…
    
    Algún vecino llamaba al elevador sospechosamente detenido en algún piso. Se apresuraron a ponerlo de nuevo en marcha interrumpiendo así un momento de excitación casi pornográfico. Antes de llegar hasta el siguiente piso, el hombre le pasó su número de móvil:
    
    -Esta tarde mi mujer sale con los niños a casa de su madre. Estaré solo unas tres horas desde las cuatro de la tarde…
    
    Sin tiempo para despedidas, la puerta del ascensor se abrió en la planta en que lo había reclamado un matrimonio septuagenario, famoso en el bloque por sus constantes quejas sobre el estado de la comunidad. Ana salió disparada hacia su casa. El vecino hacia la suya. No se miraron.
    
    Durante el resto de la mañana, Ana no dejó de pensar en su vecino. Un semidesconocido, casado y maduro, 20 años mayor que ella. Durante el almuerzo con su familia no dejó de pensar en follárselo. Se había colado en ...
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