1. El pequeño maldito


    Fecha: 05/05/2019, Categorías: Incesto Autor: Gabriel B, Fuente: TodoRelatos

    ... el juego y me amigué con él, que aunque no sirviera de amigo sí serviría de guardaespaldas.
    
    En esa semana el de geografía dijo que teníamos que juntarnos en grupos para hacer un trabajo práctico que después debíamos exponer. Eso de exponer hacía que se me erizara la piel porque era muy malo hablando en público. Pero por esta vez tenía mi mente ocupada en la vida secreta de mamá, así que el miedo no apareció con tanta fuerza como otras veces. Entonces Ramón me dijo de hacer equipo, y otros dos se sumaron, a lo que yo asentí, sospechando las intenciones de Ramón. A la hora de decidir dónde hacer el trabajo, él insistió en que el lugar ideal para hacerlo era mi casa, aunque no explicó por qué ni yo se lo pregunté. Eso sumó más puntos a la hipótesis que me había hecho: que mi traicionero compañero quería ver a mamá. Y luego ocurrió algo que sumó muchos puntos más, porque cuando llegó el día de juntarnos solo apareció Ramón y no los otros, y cuando les mandé mensajes preguntando si ya venían me dijeron que Ramón les dijo que se encargaran de algunas cosas del trabajo mientras que nosotros nos encargaríamos de otras tantas y por eso no era necesario juntarnos todos, pero sí que nos juntáramos de dos en dos. El negrito era odioso y mentiroso, pero ya quisiera ser yo la mitad de sagaz de lo que él era.
    
    Así que Ramón apareció solo. Yo le había avisado a mamá que venía, pero junto con los otros dos, y ya cuando le avisé de esto se mostró contrariada.
    
    —¿Ese chico que te pegaba? —me había preguntado mamá.
    
    Ramón me había golpeado varias veces y mamá fue a quejarse en la escuela y además se quejó con él en persona quien extrañamente disminuyó sus agresiones desde ese día. Desde ese entonces ya me estaba dando cuenta de que en esta historia que estoy contando hay muchas cosas que ignoro y que en muchas situaciones yo no era el protagonista sino un mero espectador al igual que lo es el lector.
    
    —Es que ya somos amigos. Además, él me defiende cuando otros me atacan —le dije.
    
    —¿Y viene con otros chicos? —preguntó mamá.
    
    Yo le respondí que sí, y eso pareció aliviarla un poco. Pero cuando Ramón apareció solo en casa ella se mostró turbada, pero yo fingí que no lo notaba. Miré para otra parte, pero casi me pareció notar que las piernas de mamá temblaban. Eso me dio mucho que pensar, porque si tanto miedo le tenía, ¿por qué se había dejado hacer por él lo que solo debería hacer con los hombres que le gustaban?
    
    Como dije, Ramón era un chico negro, aunque no tanto. Era como si un negro se hubiera mezclado con alguien de piel marrón y él naciera con una negrura tenue, o un marrón muy intenso, dependiendo como se lo mire. Aunque igual era muy oscuro comparado con la gente que no lo era. Era muy bajo, pero de solo verlo se notaba la fuerza que tenía en los brazos y en las piernas, porque jugaba mucho al fútbol y jugaba muy bien, y los músculos ya se le habían desarrollado mucho, y aunque era bajito tenía frondosa barba y la fealdad de su rostro lo ...
«12...678...11»