El pequeño maldito - Relatos Eróticos

El pequeño maldito

... tenía derecho a seguir con lo suyo, porque lo que valía era mi placer y el de mamá y no el suyo.

Cuando salí del baño apareció Ramón.

—Me agarró sed. ¿Todo bien? —dijo, haciéndose el tonto.

Tenía la verga ya fláccida. Me di cuenta porque si la tuviera dura, como dije, su pequeño calzón no podría contener semejante monstruo. Así que había logrado eyacular el maldito desgraciado.

—Sí, todo bien. Me dieron ganas de hacer pis —dije yo, como si nada.

Él se rio. A veces no me daba cuenta y decía cosas graciosas sin quererlo.

—Se dice mear —me explicó él—. Ya no sos un nene.

—Bueno, pero es lo mismo, ¿no?

Volvimos a mi dormitorio, ambos aliviados de la lujuria que nos despertaba Lena Acevedo, que ese es el nombre completo de mamá.

Al otro día me sentí frustrado al no recibir un video del negrito. Pero me di cuenta de que si me lo hubiera mandado tan pronto, hasta yo podría deducir el misterio. Así que unos días después lo provoqué, burlándome de él. A lo que él respondió mandándome un video. Era el más largo de los que me había mandado hasta ahora. En la mayor parte de él, mamá estaba boca abajo, en cuatro patas. Solo se veía el brazo de Ramón, con los dedos hundidos en el gordo culo de mamá, arremetiendo contra ella, mientras el cuerpo de mamá parecía arquearse con cada embestida. Y además ella gemía, y sus gemidos me parecieron la música más linda que haya escuchado.

Ya le cortaría la fiesta al negro maldito, pero mientras tanto dejaría que me diera material con el que hacerme las mejores pajas del mundo.

Fin del capítulo dos

Siguientes capítulos

Capítulo 3: La extraña enfermedad de tía Eva

Capítulo 4: La profesora socialista, el alumno liberal

Capítulo 5: El enemigo de mi marido

Capítulo 6: La chica del tren

Los siguientes capítulos de esta serie ya están disponibles en Patreon, para quinees quieran apoyarme con una suscripción. Aquí subiré un capítulo cada quince días. Pueden encontrar el link de mi Patreon en mi perfil.