1. El pequeño maldito


    Fecha: 05/05/2019, Categorías: Incesto Autor: Gabriel B, Fuente: TodoRelatos

    ... y le dijo: “No te estoy grabando. Me acordé de que tengo que mandar un mensaje. Dale, seguí chupando trolita”.
    
    Mamá siguió dudando, pero como era muy ingenua y permisiva, y como él empezó a fingir que tecleaba un mensaje en el celular, cuando en realidad aún la estaba filmando, la pobre siguió chupándosela. Tanto que el video duró cinco minutos. Al final vi el pulcro rostro de mamá bañado en semen. Una imagen que me dejó agitado, sin poder moverme por un buen rato. Toda una actriz triple equis mi hermosa madre.
    
    Ese día batí el récord de pajas, y además todas fueron dedicadas a Lena, que es mi mamá.
    
    Al día siguiente fui a la escuela. Sentí algunas risas malévolas a mis espaldas. El líder de dicho grupo era Ramoncito. Era un chico negro y muy bajito, aunque tenía muchos músculos y demasiada fuerza para la edad que tenía, que era un año más que yo porque era repetidor. Y a pesar de que era bajito ya tenía barba y aunque para mí era feo como pisar mierda descalzo parecía que las chicas no compartían mi parecer, porque se ponían tontas cuando él les hablaba y por toda la escuela corría el rumor de las chicas a las que había desvirgado para después dejar por otra. Como dice una canción: “a las minitas les gustan los payasos y la pasta del campeón”.
    
    En este punto el lector que ha de ser más inteligente que yo supondrá que el del segundo video era el propio Ramon, o Ramoncito, como le dicen los que simpatizan con él, o sea yo no. Pero como dice tío Carlitos, el asado es mejor a fuego lento, así que no nos adelantemos.
    
    Hasta ese momento mi parecer era que el hombre del video era algún tío o primo mayor de Ramón, o quizás su propio padre. Y el motivo era muy simple: la estatura de mi compañero de clase no coincidía con la poderosa verga que se había metido en la boca de mamá, y que ella chupó con mucha docilidad y complacencia. El mundo era chico así que quizás ella se había encontrado con algún pariente de Ramón. No había muchos negros por donde yo vivía así que era difícil descartar ese parentesco. Y fuera quien fuera el del video, le contó con orgullo a Ramón sobre la hermosa mujer con la que se había encamado, y le había mostrado ese video que le había hecho cuando supuestamente tenía que mandar un mensaje y la ingenua de mi madre se lo tragó, al igual que se tragó la pija.
    
    La voz que se escuchaba en el video no era clara así que en vez de echar luz sobre el asunto terminaba empañando todo.
    
    Pero en los siguientes días sucedieron cosas que me hicieron empezar a sospechar eso que desde un principio me rehusé a creer. Porque Ramón empezó a congraciarse conmigo, y ahí me di cuenta de que desde hacía rato estaba más simpático al hablar conmigo y hasta me había defendido de unos chicos de otra aula que me querían molestar. Pero ahora su simpatía ya era la de alguien que quería ser mi amigo. Si bien soy lento para las ironías y las dobles intenciones pude ver que había alguna intención malévola detrás de esa amabilidad. Pero yo le seguí ...
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