1. En la cama con mi madre


    Fecha: 01/05/2019, Categorías: Incesto Autor: Jhon, Fuente: TodoRelatos

    ... que bien – Contesto cambiando su postura para sentarse con las piernas juntas – Espero que lo que pasó, no haya sido que té dejaron con las ganas, convirtiendo tu sueño en una pesadilla, y que por eso ahora estás así – Dijo poniéndose de pie, mientras me señalaba la entrepierna mostrándome una gran sonrisa.
    
    La vi entrar a su habitación, para luego volver a salir minutos después, vestida con un ajustado short de jean y un top negro de encaje. Para mí sé veía muy bella, y el verla caminar moviendo la cadera dé lado a lado, me ponía muy caliente, causando que se me parara y no me refiero al corazón, aunque sí que tiene un trasero de infarto.
    
    - Que mujerón – Le dije abrazándola por la espalda.
    
    - ¿Qué haces hijo? Suéltame – Me pidió sosteniéndome el brazo para que la soltara.
    
    - Té ves muy bella mami – Le dije sonando casi como un niño pequeño encaprichado con su madre.
    
    - Gracias hijo – Me Respondió volteándose para regresarme el abrazo mientras nuestras frentes se tocaban en un gesto cariñoso.
    
    - ¿Acaso sabes lo tentador que es tener tus labios tan cerca y no poder besarte? – Le pregunté sintiendo su respiración.
    
    - Sí lo sé. Es una tortura, y más cuando uno mismo es quien erige los muros que lo impiden – Contestó oprimiendo sus senos contra mi pecho y rozando mis labios con los suyos.
    
    - Entonces tumbemos esos odiosos muros de Berlín, que nos impiden vivir una vida libre – Le dije antes de comenzar a besarla.
    
    Ella era mi mundo, mi madre y la mujer que deseaba, y el tenerla al fin entre mis brazos, no como madre sino como mujer, y el estarla besando dé esta manera tan efervescente, era nada menos que maravilloso. Sus labios sé sentían cálidos sobre los míos, su olor era una dulce fragancia a durazno y su lengua se movía en mi boca, cómo interpretando una sugestiva y erótica danza árabe que me aceleraba el corazón, y avivaba mi deseo de follarla. Con todo eso, solo podía pensar que era una mujer magnífica, mientras que nuestros brazos recorrían nuestros cuerpos en un frenesí sexual, incestuoso entre madre e hijo.
    
    - Muy rico y todo, pero, debemos parar – Dijo separándose de mí.
    
    - ¿No me digas que estás volviendo a erigir esos muros que te separan de la libertad de obtener el placer que quieres? Sí es así ¿Dime por qué y para qué? – Le pregunté acariciando su mejilla.
    
    - Parece que eso estoy asiendo, pero no sé por qué. No puedo evitarlo. Una voz en mi mente me sigue diciendo que todo esto es indebido y que no debería de estar disfrutándolo – Me contó un poco afligida, tomando mi mano entre la suya, para que no soltara su mejilla.
    
    - Entonces déjame hacerte gemir tan fuerte, que ya no puedas oír esa molesta voz en tu cabeza – Le pedí dándole un fuerte y sorpresivo apretón de nalgas, para luego levantarla y hacerla enrollar sus piernas alrededor de mi cintura.
    
    Y sin antes permitirle responder mi petición, la llevé a mi habitación mientras ella, me deleitaba con mu melodiosa risa, causada por mi repentina y rápida ...