En la cama con mi madre - Relatos Eróticos

En la cama con mi madre

... la atraigo aún más hacia mí, para que sienta las embestidas cada vez más profundas de mi pene, ha media que el compás sé va acelerando, hasta el punto en que ambos, fundidos entre los jadeos, alcanzamos el orgasmo.

Terminé de eyacular sobre sus nalgas, para luego acostarme a su lado, entrelazando mis piernas con las de ella y mientras nos besamos, nuestros brazos recorren libremente nuestros cuerpos desnudos y sudorosos. Sus manos recorren mi espalda con demora, para luego acariciar mi pecho, mientras rozo su muslo hasta la nalga y ella enreda un dedo en mi cabello, mientras yo mino el cuello, el rostro y las orejas de ella.

Llevo la mano hasta su entrepierna y ella separa un poco los muslos, para que la pueda penetrar con mis dedos. Teniendo una nueva erección, abro un poco más sus piernas, y la penetro con un ritmo lento que nos depara a ambos, un exquisito placer al friccionar intensamente el pene con las paredes de la vagina, ha la vez que roza el clítoris en cada embate. Después de varios minutos, sin haber soltado nuestro abrazo, llegamos juntos al clímax por segunda vez, mientras que nuestros fluidos empapan nuestros genitales, y podemos sentir nuestro aliento y respiración agitada por el sexo y el cansancio.

- Mamá…

- Yo no soy solo tu mamá, ahora también soy tu mujer.

- Me hace muy feliz oírte decir eso – Le confesé dedicándole una sonrisa sin dejar de abrazarla.

- A mi me hace muy feliz decírtelo sin oír voces en mi cabeza oponiéndose a mis deseos.

- Al oír tus gemidos de gozo, y al tonar que ya no las oías a ellas, decidieron mejor callar.

- Y ahora pienso ser tu mujer y dejar que me poseas en cada rincón de la casa – Me confesó con una sonrisa pícara y el deseo de hacer travesuras brillando en sus ojos.

- Pues Creo que voy a terminar con el pene muy irritado.

- Que así sea, y más té vale que me folles tanto y tan duro que me dejes a mi con la vagina irritada.

- Uff, que hice yo para merecer esto…

- Tú no hiciste, yo fui la que té hice y ahora pienso usarte para darme mucho, pero mucho placer – Me interrumpió subiéndose sobré mi iniciando el tercer raund.

FIN

Gracias por leer.