1. En la cama con mi madre


    Fecha: 01/05/2019, Categorías: Incesto Autor: Jhon, Fuente: TodoRelatos

    ... rodillas en la cama, quedando a gatas, con las nalgas hacia a fuera. Ella arquea la espalda, apoyándose en las palmas de las manos y eleva las nalgas ofreciéndomelas de manera sensual. Dé pie en el suelo, me colocó detrás de ella y la tomo con decisión por las caderas con firmeza. Flexiono las rodillas hasta que nuestros genitales sé tocan, y me impulso hacia adelante en una onda penetración.
    
    Mi madre, lejos de mantenerse pasiva, me sorprende, concentrando su deseo en el movimiento de sus piernas para llevar el ritmo. Sé balancea con mucha energía hacia adelante y hacia atrás, moviendo al mismo tiempo las caderas en círculo sintiéndose plena. Su vaivén genera un efecto envolvente de los músculos vaginales entorno a mi pene, aumentando el disfrute de ambos. Excitado por los ondulantes movimientos, respondo redoblando el goce en cada empuje, y en un incitante juego, retiro por momentos el pene, para que solo el glande y la vulva estén en contacto, hasta que llega el momento en que la pasión sé apodera de mí, y llevándome al clímax, asiéndome sentir la aproximación de la inminente eyaculación, y cuando voy a eyacular dentro de la calidad y empapada vagina de mi madre…
    
    Desperté, solo y en mi cama, con una enorme erección y el semen mojando mi bóxer. La cama estaba vacía, sé podría decir que hasta fría, pero al pesar de eso podía sentir mucha calentura emanando de mi cuerpo, calentura producida por mi reciente excitación y sueño erótico donde mi mamá era la estrella porno. Salí de mi habitación y mi mamá aún no había despertado, así que me dispuse a hacer lo que supongo todo ser humanos hace al despertar, para después preparar el desayuno y café, negro para mi mamá y con leche y mucha azúcar para mí.
    
    Mi madre despertó y salió de su habitación semidesnuda, yendo directo al baño. Yo estaba sentado en uno de los dos grandes muebles de la sala, y al regresar del baño, ella sé sentó en el otro mueble frente a la televisión. Mi madre subió los pies al mueble, cruzando las piernas una sobre la otra, y yo no pude evitar desviar la mirada a su entre pierna mientras ella bebía de su café. Seguí viéndola y terminándola de desnudar con la mirada, mientras recordaba cada escena de mi sueño erótico, causando que mi pene hiciera su inoportuna aparición abultando mi pantalón.
    
    - Buenos días, mamá ¿Té gustó el café? – Le dije para romper el hielo.
    
    - Sí, está sabroso – Contestó tomando el control-remoto de la televisión para cambiando de canal.
    
    - ¿Y dormiste bien? – Pregunté después de un breve silencio.
    
    - ¡Si, claro! Que hay dé ti – Respondió concentrada en su café y en la televisión.
    
    - Dormí bien, aunque, tuve una pesadilla – Dije sin poder dejar de contemplar su cuerpo.
    
    - ¿Y qué sucedió en tu pesadilla, mi amor? – Me preguntó con tintes de preocupación y curiosidad en la voz.
    
    - No, nada malo, más que una pesadilla, fue un sueño raro – Le aclaré viéndola por fin a los ojos, y descubriendo que ella también me miraba.
    
    - Hmmm, de acuerdo, ...
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