1. PIEL CANELA: El secreto de mi papá


    Fecha: 30/04/2019, Categorías: Gays Autor: Mateo, Fuente: SexoSinTabues30

    ... los niños me caen muy bien. Por cierto, soy Reynaldo, un gusto.
    
    —Igualmente.
    
    Estuvimos un par de minutos charlando con Rey, cuando se despidió, ya que debía regresar a su casa porque tenía algunas cosas pendientes. Me dio la mano y le revolvió el pelo a Kike, luego se subió a su motocicleta y se fue.
    
    Habían pasado tres o cuatro horas desde que llegamos a la feria, así que ya era tiempo de regresar, aunque el pequeño Kike decía que quería quedarse a vivir allí. Subimos a mi camioneta y nos enrumbamos de regreso a la hacienda. Al regresar, Kike les contó a todos lo que hicimos en la feria, les presumía el peluche que le di y todo el helado que comimos, estaba muy feliz, le había gustado tanto que me preguntaba si volveríamos a ir.
    
    El domingo se fue volando, cuando menos me lo esperaba ya era hora de dormir, y dos horas después de haberme metido a la cama llega Pablo a mi cuarto queriendo pasar la noche conmigo, así que dormí muy poco.
    
    Amanece y ya se puede ver los primeros rayos de sol, mi alarma suena a las seis en punto de la mañana; Pablo ya no está en mi cuarto, seguramente se despertó más temprano y se fue al suyo para no levantar sospechas.
    
    Me baño, me pongo ropa cómoda con la que se me hace más fácil trabajar, bajo a desayunar, y todo sigue la misma rutina de todos los días.
    
    Son casi las ocho de la mañana y mi practicante no llega aún, solo espero que no sea el típico irresponsable al que todo le importa un carajo. Solo faltan cinco minutos para que el reloj de mi celular de las ocho en punto; yo me encuentro ya en los corrales dándoles algunas indicaciones a los vaqueros sobre los próximos toros que vamos a embarcar para una corrida que nos habían pedido, a Raúl le di la lista de las novillas que se van a tentar dentro de algunas semanas y el resto de vaqueros se fueron a los potreros a hacer sus rondas diarias.
    
    De pronto, el sonido de una motocicleta se escucha por el patio principal de la hacienda, seguramente era el practicante, llegaba justo a tiempo.
    
    Desde los corrales se puede observar el patio de la entrada de la hacienda, veo a un joven dirigiéndose a la casa, traía la cabeza cubierta por la capucha de su casaca, no se le podía ver bien la cara; sin embargo, algo de él me parecía conocido.
    
    El muchacho entró a la casa y después de algunos minutos salió junto a mi padre, esta vez ambos venían en dirección hacia donde estaba yo. Mientras caminaban, aproveche en esconderme dentro de la manga por donde pasa el ganado, para que no me vieran. Cuando los dos llegaron, me buscaron con la mirada sin encontrarme.
    
    —Creí que iba a estar por aquí,—decía mi padre, probablemente hablando de mí,—seguramente ya ha de venir, será cuestión de esperarlo un ratito.
    
    —Por mí no hay problema.—Dijo el joven que lo acompañaba.
    
    Su voz se me hacía conocida, probablemente me estaba equivocando, pero estaba casi seguro que se trataba de Rey, el chico que conocí el día anterior en la feria.
    
    —Le voy a marcar a su ...
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