Depravados Tripulantes - Relatos Eróticos

Depravados Tripulantes

... dirigiéndose a ella dice. – Apuesto señora que nunca le masticaron la concha así, ah, también me gusta usar los dientes. – mientras le clava la dentadura en un par de sitios y la rubia gemía de dolor sordamente tras su mordaza.

- Bueno basta de niñatadas… mi polla ya no soporta más la espera. – dice agarrándose la verga y apuntándola entre los labios mayores de Nicole. – Tome esto sucia puta señora… mmm… ufff…

Seguramente le gusta duro ¿No?

Nicole: - MMMGGHHHHHH… - con sus ojos inundados de llanto, respirando pesadamente por la nariz solamente, donde inhalaba mitad oxígeno, mitad mocos, y su vagina era una brasa ante la fricción de tremenda verga gruesa y venosa.

- ¿Escucha eso hijo? La puta grita pidiendo más… tiene hambre de mucha carne jajaja

Imprimiéndole más velocidad a la atroz cogida que le pegaba, se vació dentro de la rubia mientras le clavaba los dientes en una teta y Pablo la azotaba con su erecta pija por toda la cara.

- Toda tuya hijo… no la mates aún, tenemos que asegurarnos diversión unos días. – decía el viejo desclavándola y chorreteando esperma por todos lados.

Ocupó Pablo el sitio que dejó libre el viejo Pedro, entre las piernas de Nicole y guiándose con dos dedos le clavó la estaca de un solo golpe haciendo que la mujer tiemble toda, siendo esta herramienta más larga que la anterior, aunque no tan gorda.

- ¡SIIII! SIIIII… MMMM necesitaba esto, Pa… MMMM me gustaaaa… sé que la estoy lastimando… y me gustaaaaa… Mira como tiemblan sus tetas, Pa… miraaaaa!!! No me detendré hasta que la perra acabe…

Y la cruel violación continuó toda la noche. Bebían, la violaban, descansaban, volvían a beber y otra vez la violaban y así hasta el amanecer, donde los sujetos quedaron fuera de combate. No así Nicole que no podía pegar un ojo. Jamás la habían maltratado tanto. Pero ella era de espíritu fuerte y no se dejaría abatir fácilmente. Soportando dolores en todo su cuerpo por el maltrato de los desalmados pensaba cómo hacer para burlarlos y escapar de sus garras antes que acabaran con sus vidas.

Todavía seguía amordazada y atada, espatarrada y con el viejo durmiendo entre sus piernas y una parte de su obesa anatomía sobre ella. El hijo dormitaba la borrachera con medio cuerpo sobre la cama y medio sobre el suelo.

A media mañana el viejo despertó y fue en busca de otra cerveza. Luego volvió y le sacó la mordaza a Nicole, dejándole la cuerda en el cuello y los brazos atados detrás.

- Es una perra caliente señora Fortune. Nunca vi una tetas carnosas como las suyas, ni un coño tan jugoso… no bien lo miro, empieza a gotear… mmmm y como aprieta… mmm… Hijo, dale una cerveza a la puta a ver si empieza a ablandar el culo.

Nicole oía y pensaba: “no de nuevo, no por favor” Pero no protestaba, entendió que cuanto más los enfrentaba, más se regocijaban los violadores y más violentos se ponían.

Tironeando de la cuerda que tenía al cuello la arrastraron a cubierta, tratando ella de seguirlos sin golpearse, teniendo ...