Depravados Tripulantes - Relatos Eróticos

Depravados Tripulantes

... nada! ¡Pordioseros! Van a ir presos por piratas…

- Piratas y psicópatas jajaja. – exclamó Pablo y metiendo su navaja entre los pechos, cortó de un tajo el sostén. – Ya verás cuanto… jajaja – se regocijaba ante el potente grito de negación que emitió Nicole.

La parte de abajo la arrancó directamente exclamando:

- Huélele el ojete pa… mmmm sniff… ¡Diablos! Se ha afeitado el gatito mmmm… es una cerdita cochina…

Y ahí fue cuando se descuidó y la desnuda dama le acertó una tremenda patada en los huevos insultándolo con rabia.

Pablo cayó de rodillas y tardó un rato en recomponerse. Cuando lo hizo, hablando tranquilamente pero con cara de demente vengativo, le preguntó a su padre:

-La puta me pateó, Pa… ¿me dejas apuñalarle las tetas?

- Aún no, hijo, aún no… antes hay que enseñarle modales. ¿No te parece?

- Ahora yo soy el capitán aquí, señora Fortune. Y yo la nombro a usted, la puta del barco… la esclava sexual de la tripulación. ¿Entiende? Ya encontraremos como hacer uso de sus globos y de su culo maloliente.

- ¡Vayan a darse por el culo entre ustedes! ¡Escoria borracha! – exclamó una indignada y furiosa Nicole.

- Deja de insultarnos, perra. – dice Pablo mientras le coloca una mordaza. – A partir de ahora estarás amordazada hasta que aprendas respeto. Cuando no tengas la mordaza solo dirás: “ si, capitán, no, capitán” y a mí me dirás “ sí, señor, no, señor” ¿Comprendes, perra?

Después mientras le ataba juntas las piernas para que no patee más la huele y grita:

- ¡Mierda Pa! ¡Sus jugos huelen muy fuerte! ¡Me vuelven loco, Pa!

- Si hijo… - el viejo se acercó a olfatearla. – Es una verdadera calientapijas… bueno, era… ahora ha tenido un ascenso jajaja. De ahora en adelante, señora tetona, cuando queramos oler su coño, usted nos lo ofrece eh…

Acto seguido le pasaba el dedo mayor por la concha de abajo hacia arriba diciendo:

- Este coño está diciendo…. ¡Fóllame! Y… toma mi pequeño agujerito trasero también…

Nicole desnuda, atada, amordazada, prácticamente inmovilizada dejaba escapar por sus ojos gruesos lagrimones de impotencia.

El viejo se bajó los roñosos pantalones dejando a la vista una verga bastante larga, pero lo sorprendente era el grosor… imponente… un monstruo venoso que destilaba juguitos.

- Y ahora tetoncita, mira lo que es una verdadera verga. Nos has estado calentando los últimos días así que ahora tendrás lo que estás pidiendo a gritos.

La descolgaron, dejaron amordazada y volvieron a atarle los brazos detrás. Luego fueron al camarote principal donde la arrojaron a la cama. Se desnudaron totalmente y mientras el hijo se apoderaba de su cara, restregándole la pija por todos lados y manoseándole las tetas, el viejo le abrió todo lo que podía las piernas y se zampó a comerle la almeja. Con lametones cargados de babas repasaba la rasurada vagina de la rubia.

-Tienes razón hijo… el olor de esta perra pega más que el ron. Es una puta caliente con el coño empapado y goteando. – Y ...