1. Me demuestran lo que significa ser mujer


    Fecha: 15/04/2019, Categorías: Transexuales Autor: translover, Fuente: SexoSinTabues30

    ... unos segundos un inmenso dolor recorrió mi cuerpo comenzando en el borde anal y avanzando por la espalda baja. Después de eso, ya no logré sentir dolor en esa zona, ahora me ardía muchísimo, pero ya no era un dolor similar al de antes. En ese instante no lo supe, pero aquella enorme verga me había rasgado y el musculo encargado del esfínter anal había dejado de cumplir su función. Hecho que hasta el día de hoy tiene repercusiones.
    
    Eliot debía sentir la inmediata holgura en mu culo pues de comenzó a bombear mucho más rápido su verga dentro de mí. Si bien ya no me dolía el ano, cuyo término se refiere exclusivamente al orificio externo del recto, si podía sentir su largura y espesor dentro mío, a tal grado que incluso con algunas de las embestidas más brutales pude ver como mi vientre bajo se hinchaba un poco dejándome saber que justo debajo se encontraba aquella gran cabeza y el cuerpo venoso del pene de mi macho.
    
    Eliot sacó su pene y golpeo con él mi entrepierna, aún seguía trucada por lo que no se podía apreciar mi diminuto colgajo de piel, que en todo momento había permanecido inerte, sin embargo él sabía que estaba allí así que uso el espesor y peso de su vara para castigarme un poco. Eso me hacía sentir retortijones en el vientre, pero lejos de querer detenerlo, sabía que era algo que debía pasar.
    
    Me giró poniéndome a cuatro patas y sin avisarme metió toda la extensión de su enorme pene dentro de mí lo cual me hizo gritar un fuerte alarido rompiendo en llanto, las lágrimas recorrieron mis mejillas, corriendo el poco maquillaje que llevaba dejando un desastre a su paso. La escena y el quejido debieron encender algo dentro de Eliot pues comenzó a darme estocadas más fuertes y profundas.
    
    -Agggh…. Ya, yaaa, yaaaa.
    
    -Jajaja, no putita eso no me va a detener, el plan es que te corras y luego que yo lo haga.
    
    En medio de tanto dolor no estaba segura de sí podría llegar a sentir algo de placer, como para llegar a correrme. No había otra sensación más que dolor y angustia. Pero Eliot sabía lo que hacía pues se acomodó de forma distinta, un poco más alto respecto a mí y me dijo:
    
    -¿Sabes que es la próstata? Bueno realmente no importa, lo que importa es que estas a punto de saber cómo se siente que le den unos vergazos.
    
    Me tomó de la cintura y de nuevo metió su largo pene de un solo tajo. Pero esta ocasión en lugar de desencadenar arcadas de dolor, me hizo sentir el más placentero de los estímulos que jamás había sentido. Todo mi cuerpo se contrajo, permitiendo que su pene llegara más profundo en mí, presionando sobre el llamado punto G masculino. Comencé a gemir deliciosamente por lo que las embestidas causaban en mí. Y Eliot me tomó de los hombros, dándose apoyo así para atacar con más fuerza.
    
    Llegado este punto las sensaciones de dolor y placer se entremezclaban y mis alaridos incrementaban su fuerza y continuidad. Mis ojos comenzaron a perderse dentro de mis orbitas, estaba llegando a la cima máxima del placer, lo hacía por ...