1. La infidelidad abrió una puerta que ya no se puede cerrar


    Fecha: 15/04/2019, Categorías: Hetero Autor: DulceMimi065, Fuente: CuentoRelatos

    ... logré bajarla para automáticamente después tirar del elástico de su piyama para tomar su pene totalmente erecto con la misma mano y comenzar a pajearlo suavemente recorriendo todo el largo de su verga con toda mi mano tomando la forma del tronco de su pija. Lo escuche suspirar pesadamente como indicándome que ya estaba listo para penetrarme, separe mis piernas y arqueando mi espalda levantando levemente mi culo para que le fuera más fácil la penetración y le entregue toda mi húmeda vagina lista para recibirlo. Introdujo toda su verga dentro de mí de una sola embestida, sentí toda mi concha llenarse de su pija. La dejo unos segundos toda dentro de mi empujando con su pelvis contra mi culo para meterla aún más adentro, empezó a cogerme con un constante movimiento de vaivén con la intensidad justa ni fuerte ni despacio, con la intensidad para hacerme empezar a gemir profunda y pesadamente, cuando noto que mi respiración se hacía cada vez más pesada fue aumentando la velocidad de sus movimientos haciéndome buscar bocanadas de aire cada vez que retrocedía para volver a embestirme cada vez con más fuerza, comencé a sentir ese calorcito ese estremecimiento corporal que anuncia que estoy a punto de llegar al orgasmo sentí como los músculos de mi vagina se tensaban apretando y envolviendo su verga, acabe profundamente. Desplomándome sobre el ya no tan frio mármol el siguió bombeándome como si nada hubiera ocurrido mientras yo gemía e intentaba recuperarme para sostenerme en mis aflojadas piernas cuando una réplica de mi orgasmo volvió a inundarme para hacerme correr nuevamente con más intensidad que la anterior. Ya el placer que recorría mi cuerpo era insuperable y empezaba a desear que me llenara la concha de leche y se lo hice saber.
    
    - ¡Cómo me coges me encanta, lléname la conchita de lechita! ¡me encanta como me coges! ¡lléname toda con tu leche!
    
    Le repetía hasta sentir el caliente esperma inundar mi mojada vagina. Termino de lanzar su leche caliente y espesa en mi interior y saco su verga de mí, se alejó unos pocos centímetros para darme el espacio para darme vuelta lo mire a los ojos e inmediatamente baje la mirada no solo por lo incomodo de la situación de querer el divorcio a coger como dos calientes adolescentes en pocos minutos sino también para mirar su hermoso pene que tanto me gusta y me hace gozar como una loba en celo, volvió a acercarse y me tomo en sus brazos con un abrazo que hizo que me sintiera contenida y a salvo y acariciando mi espalda con sus dos manos me dijo.
    
    - ¡Tranquila mi amor, tranquila!
    
    - Si mi vida lo estoy. Es que me enoja muchísimo saber qué haces gozar a otra mujer como lo haces conmigo.
    
    - ¡Te entiendo mi vida! Yo también disfruto coger, porque solo es coger, no tiene nada que ver con el amor. Hace escasos minutos me odiabas y no quería verme nunca más pidiéndome el divorcio y al instante queríamos cogernos como dos locos. Por eso coger no tiene nada que ver con el amor. El amor es otra cosa, el amor somos ...