1. Tengo un Amor de Sobrina


    Fecha: 24/02/2020, Categorías: Fetichismo Incesto Voyerismo Autor: McLovin8, Fuente: SexoSinTabues30

    ... nuevamente y le pregunté a Paolita, al oído: – ¿Y tienes pelitos?
    
    – ¿Ha? ¿Como? Respondió la niña confundida.
    
    Paolita no sabía a qué me refería exactamente, así que tuve que ser más específico. Le pregunté de nuevo, palmoteando suavemente debajo de su vientre:
    
    – Allá abajo. ¿Tienes pelitos?
    
    Ella se sonrojó bastante. Yo la quedé mirando, esperando su respuesta, y me asintió con su cabeza.
    
    – ¿En serio? No te creo. Le dije.
    
    – Sí, sí tengo. Respondió, ahora con palabras.
    
    – No sé Paolita. Es que solo las niñas que ya son unas mujercitas, tienen pelitos ahí. Le dije, como desafiándola.
    
    – Sí, sí tengo tío. Respondió más segura y con menos vergüenza.
    
    – Aver, veamos si es verdad. Le dije, y le desabroché el botón de sus jeans y le bajé el cierre. Paolita me miró con un poco de susto.
    
    – Tranquilita, si es para ver si ya eres una mujercita o no. Le dije, y le dí un besito en la boca, al mismo tiempo yo ya estaba ingresando mi mano bajo su calzoncito. Ella, de inmediato me tomó la muñeca para detenerme y me miró. Yo entendí perfectamente que ya estaba siendo muy invasivo, y me detuve. Pero aún así quería verle ahí.
    
    Acaricié su cabecita y le dije, tiernamente:
    
    – Eres una niñita muy bonita Paolita, y me gustas mucho.
    
    Le dí un beso largo en su boquita, ella lo aceptó con ternura. Luego le dije:
    
    – Tienes un cuerpo de mujercita precioso. ¿Te puedes poner de pié para ver mejor, amor?
    
    Ella no me contestó un sí, pero tampoco un no, así que le dí otro besito y la tomé de sus costados, para que se pusiera de pié.
    
    Tomé su jeans por los costados de sus caderas y comencé a dar pequeños tironcitos para bajarlos un poco, y lentamente se fué revelando más su hermosura. Apareció un tierno calzoncito verde agua, que también bajé un poquito y, por fin pude ver ese hermoso pubis al descubierto y, efectivamente en su centro, tenía una zona con bellos muy finitos, que apenas cubrían, pero sí existían, como me dijo Paolita.
    
    Le pasé el anverso de mi mano por ahí, esos tiernos pelitos eran muy delgaditos e increíblemente suaves, tanto que apenas se sentían. Sin parar mi caricia la miré hacia arriba y le dije:
    
    – ¡Guau! Mirate Paolita. Si que ya eres toda una mujercita. Ya tienes pelitos, y son muy lindos y suaves.
    
    – Ves que sí tío. Contestó ella.
    
    – ¿Y que más hay por allá abajito? Le pregunté con tono juguetón.
    
    – Nada. Contestó.
    
    – Yo sé que sí. Le dí un besito en la parte baja de su barriguita y tiré levemente del calzoncito verde para echar un vistazo, y descubrí escondida esa sabrosa frutita, su vajinita que era pequeñita y tierna, con sus labios posados en el fondo de sus braguitas y esa pequeña rayita entre ellos que invitaba a tocarla. La rocé allí levemente, con un par de mis dedos, era muy suavecita, pero Paolita se sobresaltó y dió un saltito. Yo saqué mi mano de inmediato ante su incomodidad.
    
    – Ya, nada más amor, tranquilita. Le dije dándole unas palmaditas en su traserito, en ese traserito desnudo que ...