Empezando a aceptar - Relatos Eróticos

Empezando a aceptar

... otra recorría el pene, yo seguía empujando el plug, sentía inclusive como su ano latía, probablemente de la excitación, peque mis tetas a su espalda para empujarlo ligeramente contra Adolfo.

- Que rico esta ¿verdad? – le decía en su oído sin dejar de jugar con el plug en su ano. – Esta muy grueso y duro, no tienes ni idea del placer que uno siente cuando lo tiene en su interior

Su respiración era muy agitada y fuerte, empezaba a mover su cadera, buscando mayor presión contra mi mano.

- ¿Has notado su olor? Huele a macho y con ganas de copular, siente sus venas como se hinchan con sus latidos

No sé si Adolfo lograba escucharme, mi pareja acercó aún más su cabeza a su cuerpo, empezaba a olerlo, lo recorría en su nariz, pero aún mantenía su boca cerrada.

- ¿Te imaginas su sabor? ¿Sabes a que sabe un semental? Pruébalo – por fin me anime a decirle – vas a quererlo siempre

Pasaba el pene de Adolfo por todo su rostro, prácticamente dejaba el espacio necesario para poder moverlo, olía su pene, sus testículos, su vientre, estaba muy excitada viéndolo y sintiéndolo, aquella situación me estaba generando un orgasmo sin siquiera tocarme, bueno salvo mis pezones que se frotaban contra la espalda de mi pareja, sentí en mi mano que presionaba el plug su orgasmo, pude ver que a pesar de la tanga que usaba, su semen estaba derramado en el piso entre sus piernas.

- Pásame un condón – me pidió

Pensé que a pesar de todo quería hacerle sexo oral, pero con condón, me puse de pie y se lo alcancé, el cual le colocó con el mismo placer y dedicación con que había estado acariciando el pene, sin embargo a penas se lo colocó volteó a verme.

- Creo que está listo, disfrútalo

Toda su tanga estaba muy mojada por su semen, no estoy segura de que fuera solo una corrida por la gran cantidad que la empapaba más lo que quedo en el piso, si tal vez hubiera pedido algo más de acción de él, pero yo estaba muy caliente y lo necesitaba, así que no hice más me acosté en la cama abriendo mis piernas y corriendo a un costado mi tanga para ofrecerme a él.

- Ven – le dije dirigiendo a Adolfo –

No esperó más y colocó su cuerpo sobre el mío, esta vez no le pidió ayuda a mi pareja.

- Me ha puesto muy caliente – me dijo mientras besaba mi oreja – pensé que no podría soportarlo

- Pero me habías dicho que no te corrías

- Si, pero nunca nadie me había calentado tanto en los previos como él

No hubo ninguna contemplación por parte de él, definitivamente era un macho semental apareándose con su hembra, era mucha fuerza la que imponía en sus movimientos y yo estaba muy caliente.

- Ven – le dije a mi pareja – quiero sentirlo sin condón

No lo pensé en ese momento, quería sentir su piel en mi interior

- No creo que sea conveniente – me dijo Adolfo al oído con mucha cordura a pesar del momento, pero muy caliente– hoy día si me voy a correr y va a ser muy pronto

- No importa, mejor – le respondí al punto del orgasmo al saberlo

- Se que estamos ...