Empezando a aceptar - Relatos Eróticos

Empezando a aceptar

... favor no me lo asustes, deja que vaya avanzando poco a poco

- ¿Cómo así?

- Creo que pronto vas a comerte ese culito, pero deja que sea el quien te lo ofrezca, no se vaya a asustar

La conversación no pudo seguir ya que justo salía mi pareja del baño, encontrándolo a él detrás mío.

- ¿No me digan que me están esperando? – preguntó

- Si, para que veas que somo buenos – le respondí – además quiero ver como lo desnudas para mi

El se encontraba solo con la tanga que uso el primer día, recién salía del baño, pero su erección se notaba bastante bajo la escasa ropa que traía. Se acercó a nosotros, me besó y me pidió permiso para poder sacarle la ropa. Vi como sacaba los botones uno a uno, y para sacarle la camisa metió sus manos en el interior y recorriendo su pecho fue llevándola hacia atrás para despues recorrer sus brazos acompañando la camisa, sus manos no acompañaban la camisa, sino que llenaba de caricias el cuerpo de Adolfo, llevándose por delante su camisa, al seguir sus brazos hacia abajo se inclinó ligeramente esto hizo que pegara su rostro a su pecho, besando ligeramente los pectorales de Adolfo, quien sorprendido volteó a verme, no sé si preguntando lo que sucedía yo solo me limité a asentir con mi cabeza, Adolfo dirigió sus manos hacía las nalgas de mi pareja y mientras el besaba sus pectorales, Adolfo acariciaba las nalgas de mi pareja pegándolo aún más contra su cuerpo, o terminó de retirar la camisa y me la entregó a mí. Se puso de rodillas para soltar los pasadores de los zapatos y después fue por la correa de sus pantalones, tan pronto los abrió empezó a sobar el pene de Adolfo sobre su bóxer, sus caricias eran lentas, disfrutando lo que podían adivinar sus manos que había bajo la tela, definitivamente, ya lo sabía, pero era una caricia muy suave y hasta con deseo, le dedicaba demasiado tiempo, Adolfo levantaba la vista al techo con una respiración agitada y teniendo los pantalones en los tobillos, yo fui a buscar una silla para dejas la camisa que tenía en mis manos porque me estorbaba, quería tocar mi cuerpo, estaba muy excitada viendo a mi pareja, al retirarme un poco de ellos y viendo a mi pareja de espaldas, me di cuenta que entre sus nalgas se asomaba el plug, no sé si lo habrá tenido todo el día o se lo puso recién cuando entro al baño.

Aquella situación me tenía muy excitada, pero en lugar de empezar a tocarme, me arrodille detrás de mi pareja, lo deje que continuara acariciando el bóxer de Adolfo y puse mi mano entre sus nalgas para presionar el plug como si quisiera meterlo todo, un suspiro de placer se escapó de sus labios, sus manos volaron ahora si bajo la tela y podía ver como abarcaban el pene que le ofrecían frente a él.

- ¿Porque no terminas de sacar el bóxer? – le dije al oído desde su espalda – ya lo conoces, pero lo vas a disfrutar también con la vista

Jaló el bóxer que fueron a unirse con el pantalón en los tobillos, una de sus manos empezó a acariciar los testículos, mientras que con la ...