Empezando a aceptar - Relatos Eróticos

Empezando a aceptar

... vagina de una forma muy sutil y erótica por el tipo de encaje de la tela, las medias sostenidas por el liguero terminaban mi atuendo, me coloqué los zapatos que traía en el bolso de taco ligeramente alto lo que estilizó aún más mis piernas, vi la hora y de acuerdo a lo que me dijo Adolfo estaría a punto de llegar, así que Sali a la habitación.

Mi pareja ya había abierto la botella de vino y servido tres vasos.

- Mi turno – me dijo poniéndose de pie

- Apúrate, de lo contrario va a llegar a Adolfo y me vas a dejar sola con él – le dije como si no lo quisiera

- Pues si es así encárgate de disfrutarlo – me dijo

- Por si acaso y te animas, te compré este para ti – le dije mientras le entregaba desde la bolsa el otro juego

- Será para la próxima, yo traje mi tanga – me dijo

No alcanzó a entrar al baño cuando sonaba el teléfono de la recepción para avisar que había llegado Adolfo

- Disfrútalo o que te haga disfrutar – me dijo mi pareja al tiempo que cerraba la puerta del baño

Me paré nervioso frente a la puerta esperando a que subiera Adolfo, me sentía desnuda con la ropa que traía, pues mas parecía un adorno sobre mi cuerpo por lo poco que esta lo cubría, escuche como los pasos en el exterior del pasillo se aproximaban a la puerta, sentía los latidos de mi corazón al mismo ritmo de sus pasos, pronto los golpes sobre la puerta me avisaban que estaba ahí fuera, abrí la puerta y me pare ofreciéndome a él nuevamente, cruzó la puerta pero antes de darle tiempo a cerrarla, pues le impedía el paso y sin importarme que alguien más pudiera estar fuera puse mis brazos en su cuello

- Se que no lo haces, pero necesito que me beses

Quería entregarme a él, definitivamente o no le gustaba hacerlo o era un pésimo besador, al menos en los labios de su amante, aun así sentir sus labios sobre los míos me prendían aún más, fue un beso corto y muy suave, pronto su mano se posó sobre mis nalgas, trataba de tomarlas con una sola mano, su dedo medio quedo justo entre mis nalgas y presionaba el listón de mi tanga contra mi ano pegando mi cuerpo al de él, sintiendo la presión de su pene en mi vientre, sus labios fueron a mi cuello, donde sus besos si eran mucho más intensos, definitivamente me iba a marcar nuevamente por la fuerza que ejercían sus labios en él.

- ¿Sola o acompañada? – me preguntó al oído

- Entro hace un momento al baño – le avisé

Empujó mi cuerpo para darle espacio a cerrar la puerta del cuarto, realmente seguía sin importarme si alguien podía verme en esa posición con él, como pude metí mi mano entre nuestros cuerpos, me encantaba sentir su dureza y su esencia de hombre. Me gire para apoyar mis nalgas contra su pene, sus brazos se apoderaron de mis pezones, los apretaba produciendo un ligero dolor, pero mucha excitación.

- Muero porque me penetres ya – le dije – pero prefiero que sea mi pareja quien te desnude

- Yo soy materia dispuesta a lo que quieran

- Te aviso que he avanzado con algo en él, solo que por ...