1. Cogiendo con mi mejor amiga


    Fecha: 09/04/2019, Categorías: Hetero Autor: misteryhouse, Fuente: SexoSinTabues30

    ... bajo el cierre, dejando a la vista mis bóxers rojo oscuro. Me incorporé para poder quitarme los zapatos tenis, los calcetines y el pantalón. Ella se sentó también, y continuamos besándonos y acariciándonos. Comenzamos a recostarnos otra vez en el sillón. Y de repente ella me dijo:
    
    -Espérame tantito, deja me quito el brasier. O mejor, quítamelo tú. Solo tienes que desatar el nudo.
    
    Así lo hice, dejo al descubierto sus pechos, que no eran muy abultados, pero ya era notorio su crecimiento. El verlos me hizo perder la razón, así que no lo pensé dos veces cuando dijo que se los chupara. Así lo hice, y ella comenzó a gemir, evidentemente de placer mientras los chupaba y pasaba mi lengua por sus pezones y succionaba con mis labios, mi boca estaba ávida de ellos. A estas alturas del partido ya nada me preocupaba, lo único que quería era penetrarla. De los pechos me seguí con el cuello y luego con los labios otra vez.
    
    -Déjame quitarte los bóxers y tú me quitas las bragas, ya quiero terminar, no puedo esperar a tener tu verga dentro de mí. Tú primero, solo tienes que desatar estos nudos y quedaré completamente encuerada y a tu merced-dijo.
    
    Lo hice así, y quedó a la vista su concha que estaba bastante húmeda, deseosa de que mi pito entrara e hiciera la acción para la que la naturaleza lo había destinado. Entonces me puse de pie, y ella me bajó los bóxers, dejando a la vista mi verga, que estaba más erecta que nunca, deseando desflorar a esta doncella para convertirme en un hombre. La tomé con una fuerza descomunal, y la recosté en el sillón mientras acomodaba mi verga para entrar. Era extraño, nunca había cogido y sin embargo sabía a dónde dirigir mi pito para meterlo en su panocha. Finalmente la punta estaba en la entrada, lo único que tenía que hacer es empujarlo. Y así lo hice, se deslizó sin dificultad alguna al principio, pero encontré una pequeña resistencia que fue cediendo poco a poco, era su himen de virgen cediendo ante los placeres de la lujuria. Mi pene lo rompió completamente e hizo su entrada triunfal en el fondo de su vagina. La sensación era deliciosa, indescriptible, como un cosquilleo muy intenso. Instintivamente comencé a bombear lentamente estando dentro de ella. Entre gemidos ella me decía:
    
    -Manuel… ah… que rico… no pares…
    
    Y no iba a parar. Fui aumentando la velocidad poco a poco y ella gemía cada vez más y más. Se sentía muy rico, no podía detenerme, quería más. En ese momento comencé a sentir como el semen subía por mi pene. Y justo cuando llegué al orgasmo empezó salir mientras yo pegué un gran gemido. El placer era inmenso, no podía creer que aquello fuera real, estaba en la gloria. Y mientras eso pasaba conmigo, Laura soltó un gran grito de placer, estaba llegando a su orgasmo. Estaba agitado, sentía como si me hubiese arrollado un camión en la autopista. Sin embargo, era el día más feliz de mi vida. Había hecho el amor con la persona más especial en mi vida hasta ese momento. Sí, tenía 12 años, tal vez era muy ...
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