Estrenando mi culo por la puerta grande - Relatos Eróticos

Estrenando mi culo por la puerta grande

... No me costó mucho encontrarlo, estaba en uno de los pasillos de cabinas, el más cercano al cuarto oscuro. Según paso por cerca de él, me quedo mirándole y veo que él se me queda mirando de vuelta, ¡buena señal! (El truco para que no te entren tíos que no te gustan en una sauna es siempre evitar el contacto visual directo). Decido romper el hielo:

J: Hola guapetón.

P: Hola, ¿qué tal?

J: Bien, aquí, echando la tarde, ¿y tú?

P: Yo estoy aquí, con unos amigos que estamos de viaje. Me llamo Pablo, por cierto.

J: Yo Javi, encantado. ¿De dónde venís?

P: Somos de un pueblo de Andalucía. Vivimos a gusto allí pero de vez en cuando hay que dejarse caer por la gran ciudad para un poco de vicio, jejeje.

J: ¿Sois solo amigos?

P: Con derechos, pero sí. (*y se me acerca suavemente al oído*) ¿Te gustaría que hiciéramos algo juntos los cuatro?

Yo dudé. La verdad es que Pablo estaba buenísimo y bien valía estar con los otros dos, aunque a priori no me hubieran entrado tanto por los ojos. Y aparte, reconozco que un cuarteto me daba mucho morbo, ¡iba a ser mi segunda práctica sexual y lo iba a hacer por todo lo alto!

J: Claro, podemos hacer algo.

P: Métete en esta cabina. Voy a buscarles al cuarto oscuro, enseguida vengo con ellos.

Hice caso de lo que decía Pablo y enseguida vino a la cabina con sus dos amigos. Ahora que les tenía ya delante, no me parecieron tan iguales y desde luego me parecían bastante más atractivos que cuando les vi a los tres juntos. Uno de ellos tenía muchísimo vello por todo el cuerpo y era más delgado, este se presentó como Raúl. Y el otro era más lampiño (aunque seguía teniendo una cantidad considerable de vello) y con algo de barriga, aunque nada que ver con la mía o la de Pablo. Éste último se presentó como Antonio.

Mientras Raúl fue a por suministros (condones, lubricante, etc) Pablo, Antonio y yo nos empezamos a liar. Nos magreábamos nuestros cuerpos, con una mano al de uno y con otra mano al de otro, y nos fundimos en más de un beso a tres. Pablo tomó la iniciativa, se arrodilló y empezó a chuparle la polla a Antonio mientras nos besábamos por encima y le tocábamos con nuestros cuerpos.

Una vez que vino Raúl, con un neceser de suministros muy completo, me hicieron la pregunta:

A: Bueno, Javi, ¿A ti qué te gusta?

J: Me considero versátil, aunque es verdad que nunca me han dado por detrás.

A: Yo soy sólo activo, Raúl es versátil más activo y Pablo es 100% pasivo. ¿Estarías dispuesto a que tu primera vez por detrás fuera aquí y ahora?

J: Sí. Llevo meses esperando una oportunidad para hacerlo.

A: Entonces no se hable más.

Mientras Raúl y Pablo se liaban y empezaban a hacer una especie de 69, Antonio me tumbó boca arriba en la colchoneta y empezó a jugar con mi polla y mi culo. En ese momento comencé a descubrir los placeres de simplemente dejarse hacer. Antonio empezó a dilatarme el culo y se quedó sorprendido:

A: Oye, ¿seguro que eres virgen? Esto dilata que da gusto ...