Una compra feliz... - Relatos Eróticos

Una compra feliz...

... soltarme...

Dice, y dándome un par de bofetadas al verme sollozar, y suplicarle, acabando por soltar...

Y tras ver, como se bajaba la cremallera, soltaba el botón de su pantalón, y tras tirar de este hacia abajo, saliendo como un resorte su verga, coge y me dice...

Y ante mi cara de pánico, intentando apartarlo, nuevamente siento ese pinchazo en mi hombro, y de forma amenazante, decirme...

Decir, y veo como acerca su miembro a mi cara, polla que no es muy grande, y a simple vista está muy aseada, cosa que compruebo al momento, sobre todo cuando le doy ese chupetón a su glande, y esté soltar un gran suspiro... ooohhh!!. Y un nuevo pinchazo va de la mano de una amenaza a modo de...

Y obviamente no hace falta tener mucha cabeza para no entenderlo, pues la verdad es que daba miedo, individuo que le debía de dar por el sado desde aquel fatídico día, pues no dejaba de golpearme, o incluso abofetearme. Pero ya no es solo esa humillación que recibía, sino cuando le dio por patalear mi miembro, pues si dolor sentí cuando le dio por retorcerme los pezones, no teniendo ni comparación este dolor... ooohhh!!.

Y mientras mamaba esa polla, vi por el rabillo del ojo, como esté le dio por hurgar entre los productos que compre, acabando por sacar uno de los dos pepinos que compre para la ensalada. Y ver, como esté tras mostrármelo, me soltó...

Dice, y le da por golpear mis pómulos con el pepino, sacándome su polla de mi boca, e intentar introducírmelo, incitándome a que le mostrara como lo chupo, y ante mis suplicas que mi mandíbula no podía con semejante grosor. Esté tras una buena bofetada, de esas que te deja el oído sonando, y la cara sonrojada, y no precisamente de vergüenza. Coge y le da por decirme...

Decir, y ver como del interior del bolsillo de su pantalón, saca un botecillo que me es muy familiar, y darle por decirme, toma huele, esnifa por esa nariz de ‘borrico’ bien fuerte y al menos tres veces. Suelta, y acabo haciendo lo que me dice, sustituyendo ese bote por el pepino, y forzando mi mandíbula a introducirme ese pepino, dejándomelo en mis manos a modo de ser yo quien lo haga. Y ver, como soy capaz de tragarme al menos cinco centímetros, volviéndome esté a soltar...

Decir, y tras quitarme ese pepino de las manos, veo como sin dejar de pincharme, coge y me manda que me levanta, y mientras lo hago, le escucho como me manda que me suelte el botón del pantalón, cosa que nuevamente obedezco. Y acto seguido, mi pantalón cae al suelo llevado por el mismo peso, y escuchar esa risa jocosa de esta persona, y al tiempo que me dice...

Suelta, refiriéndose a mi tanga, y sin decir nada más, coge y le da por intentar introducirme ese pepino por mi orificio anal, cosa que ve que le es imposible meterme, acabando por llegar a escupir por varias veces. Y ver que sigue sin ver resultado, dándolo por imposible y volver a buscar dentro de mi bolsa de la compra. Y una vez más, escuchar como ríe, pues veo como acaba por sacar una botella de ...