Una compra feliz... - Relatos Eróticos

Una compra feliz...

... decir que podría confundirlo con mis amígdalas. Pero sigo...

Persona que di por hecho que era un hombre (no había que pensar mucho por ese tono), pues entre la voz, y los empujones, pues entre empujones y empujones. Debo constar, como el muy cerdo me ha hecho apreciar ese bulto duro de su entrepierna, presión que le ha dado en un momento dado por restregarse por mi trasero. Y como una vez llegamos a mi coche, me hace detenerme, no dejándome que dejara las bolsas en el suelo, y menos la caja (imaginaros, una caja de leche con seis packs), pues la presión de esa arma blanca en mi espalda, así me lo ha hecho saber. Y una vez más, mediante otro puntazo, me pide...

Dice, y como que no iba a hacer nada, pues ni se me paso por la cabeza ni toser, individuo que le da por introducir sus manos en mis bolsillos, y cuyo pretexto me da...

Cosa que le hago saber que las llevo en el bolsillo derecho, y notar la torpeza de esta persona, cuando mete su mano en el bolsillo de mi pantalón, y hacerme saber con tono enojado que, no encuentra nada.

Y ya no solo notar ese pinchazo, sino mientras no deja de amenazarme, le da por rasgar mi prenda desde atrás, cosa que me hace ponerme muy nervioso, y la verdad que son momentos de confusión. Pues joder, con ese gesto de hostilidad me deja confuso, no sabiendo en esos momentos ni que hacer, y menos cuando, ese individuo vuelve a pincharme, amenazándome una vez más. Y notar, como con su brazo me rodea mi cintura, dándole por soltar la hebilla de mi cinturón, y como tras un tirón, darle por dejarme sin él, prenda que se lo queda en la mano.

Y creo que fueron momentos en que el pánico pudo conmigo, recordando lo que paso a principio de año cerca del ‘Cauce del Arroyo Tamarguillo’ (aunque lo cierto, es que han pasado en varias ocasiones). Cuando, coges esta salida de servicio hacia el interior de la ‘zona de la Isla de la Cartuja’, y sigues hasta tomar el paso inferior del ‘cercanía’ (tren/ave) hacia el interior de la ‘Raya’.

Y que recuerdo, como entre los arbustos donde me puse a orinar, me salió un individuo buscando plan, y como entre una cosa y otra, como que, tras comerle la polla, esté me llevo a un lugar donde poder ‘montarme’. Tiempos aquello que, me viene a la memoria como llegue en una ocasión, que digo una, si llegue a repetirlo en varias, donde comienzas con uno, y cuando menos te lo esperas, llegan a ser cuatro como mínimo... uuummm!!.

Y sigo, y estábamos en aquellos matorrales, cuando escuchas como entre cuatro individuos cogieron a un chico, y se lo pasaron por la piedra, bueno con exactitud, y sabiendo de sobra que no era una piedra, pero vosotros me entendéis, verdad. Y sigo, chico que tendría alrededor de los veinte y pocos años, el motivo del que estuviera por la zona... lo desconozco, pero sabiendo de sobra por los que nos movemos por allí, debo pensar que buscaría ‘tema’ como todos.

Y que, en verdad, acabo encontrando, chico que llegamos a escuchar cómo les decía a estos... ‘soy ...