1. Mi Hermano es una Bestia…


    Fecha: 23/11/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Januman, Fuente: SexoSinTabues30

    ... ahí estás! ¿Ya viste el truco que le enseñé a Sansón?
    
    Me preguntó luego de hipar y echarse el último trago de su cerveza. Yo me acerqué a ellos en la sala y sin vergüenza me froté mi rabo erecto, el que se me marcaba bajo el jean.
    
    >Sí, hermano… Ya me di cuenta que es toda una puta de raza y que le gusta la verga.
    
    Él me vio fijamente y luego se sonrió con cierta complicidad; entonces yo le confesé todo. Le dije que el perro ya me la había mamado muchas veces y que lo había espiado rompiéndole el culo a Sansón; por lo que yo también ya había probado y que se sintió lo mejor del mundo.
    
    Así que Walter me invitó a que me le uniera, cosa que hice sin vacilar. Me quité toda la ropa y me senté a su lado, con mi miembro bien firme y palpitante, jalándomelo mientras veía como el perro no paraba de deleitarse con la impresionante hombría de mi hermano mayor. Ahí él le dio la orden a su mascota para que me chupara a mí también; cosa que Sansón hizo de inmediato. Éste se puso a lamerme las bolas peludas y luego a juntarme con ricos lengüetazos todos los chorros de presemen que no dejaban de brotarme del enrojecido glande. En eso mi hermano aprovechó para levantarse del sillón, colocarse de rodillas detrás de su perro y apuntarle directo al ano su enorme bestia fálica; la cual mide unos increíbles24cm.
    
    Yo estaba excitadísimo, como nunca antes, aquello era tan increíble y súper morboso. Sansón comiéndome el rabo y yo viendo a mi semental hermano en posición para embestir el trasero de su puto pitbull. Walter le restregó primero su macizo pedazote de carne por el esfínter, humedeciéndoselo con sus jugos seminales, al tiempo que le frotaba el lomo como parte del adiestramiento. Y acto seguido mi macho hermano comenzó a metérsela lentamente, hasta que se la hizo entrar entera en el fondo al animal. El perro chilló un poco, pero no gruño ni nada; de hecho, continuó lamiendo bien rico mis huevos y los pelos de mi culo. Yo sudaba a chorros por más que esa madrugada se sentía fresca; pero es que estaba tan caliente con todo eso. Todavía no podía creer lo que estaba experimentando, compartiendo a Sansón con mi hermano; mismo que ya se follaba a su mascota con su habitual bestialidad y rudeza.
    
    Yo no pude más y me corrí sobre mí mismo. Me bañé de semen todos los pelos púbicos y el abdomen de lavadero; pero obviamente el puto perro se puso a comerse toda mi esperma. Cuando Walter se dio cuenta de que yo había acabado, estoy seguro que se excitó más, pues aumentó el ritmo de sus bombeos, cogiendo al pobre de Sansón como si este fuera una puta.
    
    Y unos minutos después, mi hermano también terminó en medio de hondos suspiros; llenando todo ese culo canino. Walter se quedó inmóvil, sólo se limpió el sudor de la frente con un brazo, y yo me puse de pie y me acerqué curioso a ver como él seguía con el morcillozo miembro bien ensartado en el trasero de su musculoso pitbull.
    
    > Oye, hermano… ¿A caso tú te quedas pegado con Sansón como lo hacen los ...
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