1. Perrita en celo


    Fecha: 20/11/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Valerie, Fuente: SexoSinTabues30

    ... dio fuertes arañazos, (nadie me advirtió sobre esto).
    
    Sentía la punta de su pene golpear entre mis labios, no sentí dolor, solo el calor de su miembro abrirse paso entre mis labios. Cuando sintió mi intima y caliente humedad, su cadera empezó los movimientos coitales más enérgicos que mi útero ha sentido, (literalmente lo sentí en mi útero).
    
    ¡Sansón me follaba muy duro! Que sensación tan placentera, solo los perros pueden llevar a una mujer hasta este punto de dominio sexual.
    
    Sus brazos estaban apretados alrededor de mi cintura muy, muy duro. Quiero decir que estaba bombeando hacia mí mientras sus testículos se estrellaban contra mí clítoris, cada vez más rápido, multiplicando infinitamente el placer, Él también lo disfrutaba, jadeaba mucho y su saliva bañaba mi espalda y cuello, no podía creer que el sentir su saliva escurrir por mi cuerpo me hacía sentir más dominada, más perra. Mi sexo, mi placer y mis deseos de ser una hembra preñada, le pertenecían solo a Él.
    
    El ya estaba listo para correrse. Estaba tan embriagada por la pasión que saqué más mi cola para que la penetración fuese más profunda, me bombeaba tan duro que me empujaba hacia adelante en la cama hasta que estuve prácticamente acostada sobre esta. Mis manos estaban delante de mí sosteniéndome ante el embate de su miembro, sus brazos me rodeaban con fuerza. Que macho tan hábil, con mis jugos y su pre-cum, que salía a chorros por todas partes y dentro de mi coño, estaba empujando tan fuerte que su pene llegó hasta el fondo, él y yo, macho y hembra unidos por sus sexos, seguíamos follando cada vez más fuerte.
    
    Mis orgasmos venían uno tras otros, no hubo dolor, solo placer, antes de que mis orgasmos finalizaran, su nudo estaba completamente dentro de mí. No me importaba lo que pudieran pensar sobre mi si me encontraban en esa situación, porque se sentía tan bien tener su enorme polla y nudo adentro, entrando y saliendo tan fuerte y rápidamente. Los orgasmos continuaban, no se detenían, me encantó la sensación de su áspero pelaje en mi piel suave y su rudeza, su brutalidad animal empujándome todo su miembro dentro de mi tierno coño de adolescente.
    
    Entonces fue el turno de Sansón. Ya no era pre-cum, ahora me estaba preñando, me di cuenta por el empuje profundo y más enérgico que hizo mientras disparaba sus pegajosos espermatozoides en lo más profundo de mi matriz de perra en celo; lo logró, dejo toda su estirpe dentro de mis entrañas, toda su descendencia ahora nadaba en el calor de mi vientre; sus vaivenes se hicieron mas calmos, simplemente dejó de empujar, ya su hembra estaba abotonada y se quedó allí, o más bien, acostó contra mí su pecho, mis senos eran bañados por el escurrimiento de su saliva que había bajado por mis costillas, su cabeza sobre mi hombro por el tiempo que le tomara a sus contracciones peneanas llenar lo mas profundo de mi ser.
    
    Estaba quieto y solo se quedó allí dentro de mí, pude sentir su calor, la viscosidad de su semen escapando de nuestra ...
«1...3456»