Una granja muy caliente (Parte 16) - Relatos Eróticos

Una granja muy caliente (Parte 16)

... que vio a Mohamed por primera vez Ignacio sentía una atracción por el senegalés. Nunca había tenido relación con una persona de raza negra y sentía curiosidad por verlo y esa curiosidad se transformó en excitación desde la primera vez que lo vio. Ahora que lo tenía tan cerca no tenía nada más que abrir la boca y comenzó a saborear la verga mientras Mohamed agarraba de la cabeza a Ignacio que no podría dejar de mamar. Ahora Ignacio se encontraba disfrutando, la primera verga negra que probaba en toda su vida con el aroma a macho de haber trabajado durante todo el dia y que lo ponía aun más cachondo. Mientras tanto Nelson comenzaba a acariciar con su verga el culo de Ignacio mientras con un dedo se abría paso lentamente permitiendo que el ano se dilatara. Ignacio seguiría escuchando las instrucciones de Nelson mientras mamaba la polla a Mohamed y Nelson lo relajaba más profundamente, haciéndolo más sumiso aún, obediente a sus palabras.. para que poco a poco se dilatara aun más su ano. La negra verga caribeña poco a poco iba abriéndose camino por la cavidad anal mientras Nelson repetía los comandos hipnóticos sumergiendo a Ignacio en una profundo estado hipnótico. Mohamed no se quedaba atrás y con cada lamida de Ignacio disfrutaba más del placer. Como si abrazara a la polla de Nelson, el culo de Ignacio se ajustaba perfectamente y Nelson dando suaves movimientos de caderas comenzó a sentir un enorme placer. Un placer que no iba a disminuir a con cada enculada. A cada movimiento de sus caderas. Agarrando a Ignacio por la cintura, escuchando a Mohamed gemir y al propio Ignacio amordazado propinando una mamada a Mohamed. Escuchando como sus huevos golpeaban contra Ignacio y excitándose más. Nelson también estaba más cachondo a cada movimiento. Agarrando de las caderas a Ignacio mientras lo follaba más duro. Solo concentrado en ese culito blanco que cada vez rebotaba con más fuerza sin darse cuenta de que él también había caído ya en la trampa hipnótica. Desde fuera de la granja alguien había vuelto a activar la máquina que producía el zumbido hipnótico dejando al dominicano en un profundo trance inhabilitando la posibilidad de recuperar la conciencia para seguir teniendo el control de lo que ocurría en la granja. Seguiría concentrado en aquel culo mientras caía más profundo dándole más duro. Mientras comenzaban a aparecer gotas de sudor en la frente escuchando como Ignacio se derretía de placer a cada segundo y Mohamed ahogaba sus gritos agarrándole la cabeza y empujando su cabeza hasta llevar a la boca de Ignacio a tragarse entero el miembro del senegalés. Nelson buscaba ahora la boca de Mohamed y sus labios se encontraban intercambiándose la saliva. Cada vez más excitados. Cada vez más marranos. Cada vez bailando al son de aquella hipnótica melodía que borraba cualquier rastro de conciencia. Un lavado de cerebro que no se detenía porque la verga de Mohamed comenzara a brotar semen y este se le escapara poco a poco de la boca a Ignacio. Eso no los ...