Una granja muy caliente (Parte 16) - Relatos Eróticos

Una granja muy caliente (Parte 16)

Carlitos despertó una mañana más junto a Nelson. No recordaba lo que había pasado aquella noche pero sentía su culo húmedo. Aprovechó que el dominicano aun dormía plácidamente para agarrarle la polla morena y empezar a hacerlo una paja. Al agarrar la polla sintió que estaba también húmeda. Sin duda se lo había follado Nelson. Eso era algo que le encantaba a Carlitos, sentir que cada noche al menos un hombre no lo dejaría pasar la noche solo, y si además eran machos como Nelson o Donato mucho mejor. Tampoco le importaría pasar la noche con Mohamed pero sentía que igual espantaba al senegalés si lo provocaba. Aunque ya le había visto el torso y alguna vez cuando se desabrochaba el mono al entrar en casa y su boca no hacía más que salivar imaginando a su lengua recorrer aquel cuerpo. Mientras, Nelson soñaba que el culo de un hombre pasivo se abría ante el ímpetu de su polla que crecía a medida que aumentaba su excitación. En su sueño Nelson pedía los calcetines a aquel misterioso hombre y Carlitos decidió darle ese placer haciendo con el aroma de los suyos. Por la mente de Carlitos multitud de ideas se cruzaban para hacer que el sueño de Nelson se hiciera mucho más caliente. Colocó en la mano de Nelson uno de los calcetines mientras que el otro se lo ponía en la polla al dominicano. Al sentir el calcetín en su mano Nelson se calentó de manera irremediable.

- Toma, toma mi verga cabrón. Esta noche no vas a probar otra cosa.

Nelson se llevaba el calcetín a la boca y comenzaba a gritar como un oso. Aquellos gritos encendieron a Carlitos que sintió la necesidad de agarrar aquella polla y comenzar a agitarla. En unos segundos Carlitos no pudo resistir la tentación de comenzar a lamerle los huevos a Nelson.

- Toma más... y más... arrggggg ¡Qué bien follas!

El placer que Nelson sentía en su sueño se trasladaba de manera directa a su polla que seguía haciéndose más grande. De una fuerte embestida el calcetín estuvo a punto de salir y Carlitos se quedó mirando a aquella verga que delante de sus ojos no paraba de bailar pidiendo un culo para explorar. Carlitos quedó en blanco en ese momento y comenzó a engullir la polla negra.

- Así, así... ¡Que rico! Quieres mas. Arrggg. Toma verga caribeña. Uffff.

Nelson sentía que aquel culo que follaba estaba exprimiendo su polla de forma que no podría aguantar mucho hasta correrse. Carlitos por su parte estaba tratando de ahuecar su boca ante la fuerza con la que Nelson le follaba la boca. Carlitos estaba en éxtasis. Su misión era sacarle la lefa a Nelson y pronto lo conseguiría. Apenas un minuto después Nelson agarraba de la cabeza a Carlitos y mientras que en su sueño sentía que el culo absorbía su polla era la boca de Carlitos la que iba a recibir los chorros de semen. Rica lefa que a Carlitos trataba de tragar aunque parte no era capaz de beber tanta cantidad. Carlitos recuperó la conciencia y comenzó a sonreir. Volvió a colocarle el calcetín en el aun erecto miembro caribeño para seguir sacando la ...