Un trabajo inesperado - Relatos Eróticos

Un trabajo inesperado

... mirarla con descaro. Ahora podía ver cómo la madeja de pelo sobresalía entre la poca tela de sus bragas. Me levanté de la silla cogiéndola de una mano para que hiciera lo mismo. Siempre llevaba tacones pues era más bien baja y le gustaba parecer más alta.

Verla de pies con la pequeña ropa interior apretando toda esa carne me pareció ciertamente seductor.

- No me va a contar más de ese trabajo?

- Haz primero tú el tuyo y después hablamos!

En ese momento me di cuenta de lo lista que era y de lo bien que había manejado la situación. Había provocado mi interés, pero a cambio tendría que satisfacerla antes de que me contara nada.

Hice que se girará sobre si misma para ver todo su cuerpo con detalle. Sus tetas eran grandiosas, pero su culo era impresionante. Me quedé tras su espalda pasando la mano por los dos tremendos glúteos. Después la rodear con los brazos pasándolos bajo sus axilas y abracé las hermosas tetas apretándolas con ganas. A la vez restregaba mi polla todavía guardada bajo los bóxer contra su culo pensando como sería abrírselo.

- Te gusta? – preguntó al sentir el roce.

- Tiene un culo precioso, Jaci!

- Se que eres un salido que no hace ascos a nada, canalla, jajaja!

Su comentario me dejó algo confuso. Ahora parecía más un ataque que un halago. Me enfurecí un poco, aunque me puse controlar. Tan solo le apreté algo mas sus grandes tetas e hice que se inclinara levemente.

Levanté la bata y le bajé las bragas, ahora su culo no parecía tan erótico totalmente desnudo, pero su madeja de pelo oscuro asomaba bajo él mostrando el acceso a su raja. Me saqué la polla y busqué entre el enredo rizado. No le costó a mi capullo meterse entre la húmeda raja y el resto de polla le siguió en el candente túnel.

- Uffff, que delicia!

- Le gusta así? – le pregunté haciendo que se inclinara más sobre la mesa.

- Me gusta de todas las formas, cariño! Uffff!

Comencé a bombear lentamente sintiendo como su vagina abrazaba la carne de mi polla.

- Creo que le alegrara que no haga ascos a nada! – le dije con ironía. Quería molestarla como ella había hecho conmigo, pero no se sintió molesta, más bien se lo tomó con humor.

- Claro cielo, ahhh… pero me alegraré más cuando me demuestres de lo que eres capaz!

Su respuesta me irritó aún más, y comencé a embestir con ganas. Ese pedazo de culo era perfecto para sentirme como un rinoceronte y clavarle el cuerno hasta el fondo.

- Ahhhhg! Si, Siiii! Diosss, como me gusta!

- Le gusta así de fuerte?

- Ahhh! Síii! No sabes el tiempo… ahhh… que llevaba sin que, Ahggg, diosss! Ahhhhg!

No pudo acabar la frase. Sentí como empapaba mi polla que no paraba de entrar y salir entre la mata de pelo. Fue una corrida tremenda, pero yo seguía con ganas. La noche anterior no me había corrido con Tere y ahora deseaba soltarle toda la leche retenida.

Saqué la polla totalmente empapada y busqué el amarronado agujero que se abría entre los dos tremendos glúteos. Con la polla agarrada ...