Años 70: De negocios y sexo con su suegra 7 - Relatos Eróticos

Años 70: De negocios y sexo con su suegra 7

... madre?

- Bien, noche tranquila. Tres polvos bien echados. Nada más. Y luego hemos estado hablando.

- ¿Y?

- Pues dice que no pasamos suficiente tiempo solos, y que nuestra relación se pude resentir.

- Puede que tenga razón. Lo del viaje es una buena idea. ¿Y te ha contado alguna golfería suya?

- Pues sí. Que, estando embarazada de ti, estaba muy salida y tu abuelo quiso saber si tenía un límite y se la follaron durante seis horas diez tíos sin parar, turnándose según se iban corriendo y reponiendo. Y que se quedó bien, aunque podría haber seguido.

- Así he salido yo. Me debieron dejar bien pringada de leche. Eso lo tengo que probar yo alguna vez.

- Es una guarrada. Pero has estado cerca, pero con condón. Es un peligro, salvo que te lo hagamos entre nosotros. Podríamos ser seis. Ya veremos si te lo puedo montar. ¿Y con el cliente esta noche?

- Te veo preocupado por eso. ¿Ha pasado algo?

- No lo sé. Cuéntame.

- Pues bien. Podría ser mi padre. Es soso y folla regular. No me extraña que María este así de salida. Y encima se corre pronto.

- Es que es la primera vez que siento que te vas con otro o que te alejas de mí. No sé por qué. Porque con Roberto y sus amigos, así como con los ancianitos, también pasaste la noche con ellos y follaste sin estar yo presente, pero sentía que estabas conmigo o lo vi diferente. Necesito tenerte más cerca.

- ¿Estas celoso?

- Pues sí. No sé por qué. Te echo de menos. No debería, sobre todo por la cantidad de polvos que te van a echar otros en el futuro y por la actividad a la que nos dedicamos en esta casa.

- Pero sabes que yo te quiero a ti, aunque me la metan muchos. Es puro sexo, contentar al furor de mi coño. Pero no quiero verte así de triste.

- Necesito casarme contigo y pasar todas las noches juntos, para que luego, cuando te vayas con otros, no te eche de menos. Ahora no te veo en toda la semana y el fin de semana te lo pasas follando con otros. Por eso te necesito. Ayer, estando con tu madre, se lo comenté, y me dijo lo del viaje.

- Hablaré con mi madre y con Pilar, y decirle a mi padre que voy a pasar la noche en su casa y así la pasamos los dos en el piso. Podrían ser los martes y jueves. ¿Qué te parece?

- Sería perfecto. Toda la noche, sin prisas, juntos, solos. Me parece perfecto. Y ahora, ¿quieres que te llene el coño con la cuarta corrida de la mañana? A ver si las próximas noches consigo meterla en un sitio sin esperma de otro.

- Venga, - dijo Miren subiéndose sobre él, metiéndose el pene y moviéndose, hasta llegar los dos a la vez.

Cuando terminaron, se quedaron abrazados, quedándose Miren medio dormida. Cuando se despertó era media mañana. Julian y María ya se habían ido. Carmen estaba terminando de recoger la casa.

Se acercó Juan y le dijo a Miren que si le apetecía otro polvo antes de irse y ella dijo que siempre estaba dispuesta a eso y levantó el culo, sin dejar de abrazar a Fernando. Juan se la clavo en el coño y le estuvo bombeando mucho ...