Años 70: De negocios y sexo con su suegra 7 - Relatos Eróticos

Años 70: De negocios y sexo con su suegra 7

... otra mujer.

- Eso que te has perdido. Nosotras sabemos dónde nos gusta más. – le dijo Carmen mientras le pasaba lentamente la mano por el pecho.

Maria se dejó hacer y Carmen la fue calentando aún más, y luego le paso la mano por el muslo en dirección a sus bragas, comprobando, al llegar a ellas, que estaba empapada. Le empezó a acariciar por encima de la braga y ella se echó hacia atrás y empezó a gemir.

Carmen entonces se agachó, se puso de rodillas en el suelo, se colocó entre sus piernas y ladeando la braguita, le empezó a pasar la lengua por los labios interiores del coño, mordiendole todos pliegues rosados que sobresalían. María paso a gemir fuerte. Un poco después Carmen le empezó a bajar la braga y ella lo facilitó levantando el culo. Carmen se tiró a comerle el coño, pasándole la lengua por todas partes y saboreando esos jugos que salían de su vagina. Ella gemía ya fuerte. Cuando Carmen le metió dos dedos en el coño y le empezó a chupar el clítoris, ella se corrió con mucha fuerza, soltando babas, teniendo contracciones y temblores. Carmen siguió dándole con los dedos hasta que ella llegó una segunda vez, cerrando las piernas y apretando la cabeza de Carmen contra su clítoris. Se quedó tumbada y callada. Carmen se limpió con una toalla, se puso a su lado. Le dio un pico, y sonriendo le dijo.

- ¿Preparo otro cafetito?

- Bueno… si… claro.

- Bueno pues lo preparo mientras descansas, te has corrido de maravilla. – dijo Carmen y la dejó sola para que fuera recomponiendo sus pensamientos.

Maria se quedó confusa, mitad fascinada, mitad avergonzada. La señora de Górbelas, famosa por sus lujos y clase, le acababa de comer el coño. Se lo había hecho una mujer por primera vez en su vida y lo malo es que le había encantado. Quiso levantarse y huir, pero se contuvo.

Carmen llego a los pocos minutos con dos tazas de café. Se sentó a su lado y se agachó, tomó las bragas de Maria de la alfombra.

- Hoy te vas sin bragas, María. – dijo Carmen, mientras se las llevaba a la nariz y las metía en el costurero

- No me puedes hacer eso, Carmen. Que morbo, salir a la calle sin ellas. Nunca lo he hecho.

- Siempre hay una primera vez, Y hoy es el día de las primeras veces.

- ¿Y tú, no estás salida?

- Más que tú, pero luego me buscaré una solución, porque a mí no me vale con una comida, necesito un buen polvo.

- ¿Con tu marido?

- No, claro, pero no me hagas hablar, Maria.

- ¿Tienes un amante?

- He dicho que no me hagas hablar, Maria. – le dijo Carmen, haciéndose la estrecha. – si quieres saberlo, nos vamos esta tarde a tomar un café juntas. Ven a casa a las seis.

- Que morbo, estoy otra vez cachonda. Venga vale, pero yo no hago nada.

- Tu misma.

Carmen llamó a Ramio y a Fernando, y les citó a las seis y media en el piso. A las seis llamaban a la puerta de los señores de Górbelas. Carmen abrió a Maria, que venía elegante. Iñaki estaba en casa y la saludó.

- Iñaki, Maria y yo nos vamos a su modista que me ...