1. Átame a ti :Capítulo 09


    Fecha: 12/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Andy, Fuente: TodoRelatos

    ... mostraran solo el nacimiento de su escote. Sonrió al sentirse satisfecha, cruzó elegantemente las piernas estilizadas por el tacón de cinco centímetros de las sandalias y se acomodó en asiento.
    
    El vehículo comenzó a descender la velocidad hasta estacionarse frente a un local desconocido. β€” Espérame aquí β€” susurró Lu antes de bajarse del vehículo.
    
    Rodeó el auto, introduciendo una mano en sus vaqueros azules. El pantalón tenía leves rasgaduras estratégicamente posicionadas en los muslos, creando un diseño llamativo. El suéter ancho escondía su trabajado físico, pero dejaba desnudo su hombro derecho cubierto de pequeñas pecas café y la clavícula insinuaba coquetamente el contorno de su pecho.
    
    El tintinar de la campanilla de la entrada y el resonar de las botas de cuero anunciaron su entrada. Lu saludó a la empleada y le entregó una factura. La chica leyó detenidamente y con un gesto le indicó que esperase un momento. La más pequeña observaba atentamente desde el vehículo, el lugar parecía ser una confeccionadora artesanal de prendas de cuero y joyería. En los escaparates destacaban carteras, billeteras, cinturones y una que otra joya. Cuando la dependienta volvió, entregó una pequeña caja forrada con cuero color violeta. Lu la introdujo dentro de su bolso, agradeció y caminó de regreso al auto.
    
    β€” Ahora sí, Andrés. Vamos al sitio.
    
    β€” ¿Qué es eso? β€” Curiosa, intentó abrir la cartera, pero su hermana se la arrebató de las manos.
    
    β€” Deja el chisme, chismosa β€” dijo con una sonrisa juguetona.
    
    β€” ¿Me dijiste chismosa? β€” Cuestionó con un falso tono ofendido. Lu soltó una carcajada.
    
    β€” Sí, porque lo eres.
    
    So le sacó la lengua y volvió a acomodarse en el asiento. β€” ¿A dónde vamos?
    
    β€” A tomar algo, te dije β€” volvió a mirar al frente, con los labios brillantes por la pintura, ladeados en una media sonrisa. β€” Pero primero vamos a un lugar especial.
    
    La curiosidad recorrió todo su sistema, pero sabía que era inútil preguntarle directamente, así que lo mejor era esperar paciente a que llegaran. El chico manejó alrededor de unos quince minutos más, dejando el centro de la ciudad a sus espaldas. Estaban prácticamente al otro extremo de la ciudad, una zona mucho menos concurrida y más urbanística, pero aun así, mostraba calles pintorescas, con locales de comida, un par de café bares que se le hicieron llamativos y uno que otro minimarket.
    
    El auto dobló en la esquina siguiente y se detuvo frente un portón blanco. No había avisos, ni anuncios ni nada por el estilo, de hecho, a simple vista parecía una casa bastante grande. El portón se abrió después que el chico se identificó, permitiéndoles el acceso. Un camino bordeado por arbustos y flores de cayena los condujo hasta el edificio. La fachada evidenciaba que se trataba de una casa antigua que había sido remodelada, pintada pulcramente con el mismo color blanco. Se alzaba hasta cuatro pisos sobre ellas y So notó que había varios ventanales de gran tamaño.
    
    ¿Un hotel? Se preguntó, pero no ...