1. EL PODER DE LOS DESEOS. (12).


    Fecha: 11/11/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Gays Hetero Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30

    ... tener en su placard”, aunque tampoco era algo que me quitara el sueño.
    
    Abriendo un poquito el ángulo de mi propia información o experiencia en marcha, me di cuenta que, aun habiendo renunciado a su Poder, el agradecimiento de“las tías” era enorme, no lo dejaban de lado en ningún momento y le brindaban la posibilidad de un retiro honroso, lujoso y cómodo para que pudiera disfrutar de sus últimos años como un rey en un exilio elegido. Mi elucubración pasaba por pensar que, con todo su imperio en marcha, le debió resultar más complicado llevar todo adelante sin recurrir alPoder de los Deseos y que sólo lo había podido lograr en base a la experiencia acumulada y a haber preparado bien a su gente de confianza.
    
    Después de que nos conocimos mutuamente en nuestro“secreto” y desde queElena me había dicho que el padre le había pasado el control de la empresa“madre” y un par de subsidiarias para dedicarse a vivir una vida de confort, se me dio por pensar mucho en eso que había decidido. No me cupo ningún tipo de dudas que los hilos de nuestras vidas no eran“manejados” precisamente por nosotros mismos, ese“yo sé que la vas a apuntalar” que me dijo en nuestra última charla, me dio la pauta que me faltaba, allí supe que, para que todo marchara como era entonces, tendría que hacer lugar en mi propio placard.
    
    El caso es que, apenas su fueronGloria yYessica,Elena se sacó la ropa para andar por la casa y se vino a sentar en mis rodillas convertida ya en la pantera que se ocuparía de mí, aunque no precisamente con garras y dentelladas. Me paré, la besé notando su entrega y como se aflojaba necesitando de mis mimos,“esto amerita cama”, -le dije escuchando sus risas cuando la levanté y la cargué en mi hombro para irme al dormitorio-, fueron relativamente pocos metros, pero llegó a la cama gimiendo y retorciéndose por el placer que le provocaban mis manos en sus nalgas. Después de casi una hora en que no se salvó ninguno de sus huecos y que me absorbió secándome, quedamos los dos tratando de recuperar todo el aire posible y mirando el techo, pero, además, sabiendo que teníamos todo el fin de semana por delante, el baño nos hizo bien a ambos y mientras enjabonaba su espalda le pregunté:
    
    Me puse a ver la información que teníaElena del robo que se estaba llevando a cabo en la facturación del servicio eléctrico de la provincia norteña, pensando a la vez que el muy hijo de su madre de mi suegro me endosaba el“muerto” a mí a sabiendas de que me bastaba con preguntar con“deseos” para que me contaran de pe a pa y con pitos y señales toda la operación y quienes eran los que estaban metidos en eso. Eso era algo que él habría hecho cuando tenía elPoder de los Deseos, el problema mayor no sería ese, el problema era buscarle las soluciones y sacar del juego a esos corruptos y ladrones. Por otro lado, me sentía“usado” y no me gustaba que nadie lo hiciera, se me cruzó por la cabeza que tendría que consultarlo con“las tías”, pero, a la vez, me hacía a la idea de que ...
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