El chat me ayudó con mi sobrina 5 (Reeditado) - Relatos Eróticos

El chat me ayudó con mi sobrina 5 (Reeditado)

... diciéndole…

Nos reímos a rabiar los cuatro, porque Cris iba actuando como si lo estuviera viviendo, al principio Sofía estaba asombrada pero luego era la que más se reía.Bea contaba alguna cosa de la clase, pero después se lo pensó mejor y dijo…

Los ojos de Sofía y de Cris sobre todo, se abrieron expectantes.

La hermana y la madre de Bea estaban alucinadas, pero se rieron de cómo la habían engañado. Sofía contó cuando su primer novio, estando en el cine, se sacó la polla y se la puso en su mano, como no quería hacerle una paja, porque era una película con mucha luz, la obligó cogiéndole la mano, hasta que cuando se corrió, el primer chorro le cayó al hombro, a una señora que había sentada delante. Gracias que era invierno y llevaba una chaqueta gruesa pero salió con un buen chorro blanquecino como una medalla.

Me acordé que llevaba el mando del vibrador de Sofía en el bolsillo y lo pulsé despacio, con lo que dio un leve estremecimiento, casi no se notó pero le di un poco más fuerte y ya tembló, al tercer golpe ya se cogió de la pelvis y cerrando los ojos dio un largo suspiro que fue interpretado por sus hijas como añoranza.

Todos nos tronchábamos de risa, imaginando la escena, y de cómo Sofía se había atrevido a contar esto a sus hijas con tanto detalle, pero estábamos en una reunión con mucha complicidad, donde no se tenían en cuenta estos detalles. Todas se volvieron hacia mí esperando mi historia, y la verdad, yo no sabía que contar, habría contado muchas cosas pero no quería herir sensibilidades, por lo que me pareció gracioso contarles la prueba de depilada integral que me hice y del dolor que había pasado.

Las caras de las tres parecían tres grandes ventanales y las tres, como movidas como un resorte dijeron…

Así que se lanzaron sobre mí, y arrojándome a la alfombra me sujetaron, Sofía de los brazos, Bea me desabrochó los pantalones y Cris me tiró de los camales hacia abajo.

El resultado fue el esperado, me vi con la polla al aire totalmente depilada, a la vez de los huevos y la pelvis y los cachetes del culo. Sin pensárselo, una mano anónima me la cogió y me la cambió de lado mientras que otra me cogía los huevos y me los sopesaba y acariciaba, otra se metía entre las nalgas y separándomelas, me acariciaba el ano calvo. Una cara me rozaba, acariciando mi pelvis, como el culito de un bebé.

Era una algarabía total, yo no me podía mover, pues estaban sobre mí y no las podía distinguir pero sí sentí como una mano cogía el tronco de mi polla y me descubría el glande, y sin aún estar dura del todo, se lo metía en la boca. Ya había perdido la esperanza que fuera una broma, pues mis huevos ya estaban húmedos de las lamidas de otra lengua suave, y mis muslos estaban sobados por una mano que llegaba hasta el mismo culo. Como no podía acusar a nadie, decidí que iría eliminando “agresoras” y soltándome las manos, las ocupé tocando tetas y metiéndolas debajo de las bragas anónimas.

No recibí respuesta negativa de nadie, ...