1. Querido diario: mi hermano


    Fecha: 08/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Jane Cassey Mourin, Fuente: TodoRelatos

    ... cuidado durante toda mi vida, el mismo que me levantaba cuando estaba triste y me protegía de quienes trataban de pasarse de listos conmigo.
    
    Sus penetraciones fueron despacio, él gemía tanto como yo mientras enterraba su cara en la almohada. Pero yo busqué sus labios y eso fue el inicio de algo que no supimos controlar. Cuando nos besamos algo hizo un clic muy extraño, mientras hacíamos el amor, nuestros labios y lenguas se enamoraban entre ellos, fue un beso como nunca antes había experimentado con nadie más, fue algo hermoso, lleno de amor, lleno de cariño, con lo que nos expresamos lo mucho que nos queríamos, fue muy intenso, tanto que no queríamos que terminara, mientras él no dejaba de penetrarme con suavidad, pero poco a poco haciendo que su movimientos fueran más rápidos.
    
    Gemía dentro de la boca de mi hermano, lo abrazaba con fuerza y con una extraña desesperación por quererlo sentir más adentro, por querer que me metiera la verga muy adentro y no la sacara nunca de ahí.
    
    Nos separamos un poco cuando las cosas se intensificaron aún más pero no dejamos de vernos a los ojos, gimiendo juntos, completamente descolocados, completamente perdidos en nuestras miradas, fue algo muy intenso, algo que nos hizo uno solo en ese momento.
    
    Él se quiso salir de mí cuando estuvo a punto de eyacular, pero yo no lo dejé, lo abracé con mis piernas y nuevamente busqué sus labios, antes de llenarme por completo, antes de sentir el calor de su abundante semen que me llenaba por dentro, mientras lo besaba con pasión, con desesperación, sintiendo un gran vacío en el estómago mientras un nuevo orgasmo me hacía explotar, comenzando a sentir una ola de placer y tristeza por que todo había acabado, abrazando a mi hermanito con tanta fuerza como podía, a punto de llorar sin entender del todo lo que había pasado, toda las colección de sentimientos que había experimentado.
    
    Fue entonces cuando recordé que Mindy nos veía por la cámara y las cosas aterrizaron en el mundo real, y todo aquel hermoso momento aterrizó en una realidad difícil de aceptar: éramos hermanos y acabábamos de hacer el amor, de una forma en que nunca antes lo habíamos hecho, sintiendo emociones que jamás experimentamos con otras personas.
    
    Pude ver las ganas que él tenía de llorar, las mismas que me estaban doblegando a mí y que apenas podía aguantar. No hubieron más palabras, solamente se salió de mi interior, dejando su apariencia de hombre rudo e inquebrantable, convirtiéndose en un chico asustado y lleno de incertidumbre, tal y como yo me sentía. ¿Qué demonios acababa de pasar?
    
    Las cosas fueron muy extrañas en ese momento, Mindy estaba con la mirada perdida, podía ver preocupación en su rostro y algo de miedo. Yo estaba muy asustada, cómo era capaz de sentir algo si mientras mi hermano me hacía el amor, con esas palabras, me hacía el amor, no me cogía, no me usaba, ni me violaba; me hacía el amor.
    
    Mindy cortó la video llamada sin decir mucho, yo me sentí desamparada por algunos ...