Mi madrastra insaciable. Parte 2. - Relatos Eróticos

Mi madrastra insaciable. Parte 2.

... con lujuria. Mi cara es de incredulidad. Agarro mi polla y empiezo a masturbarme. Ella me da una última ayuda con su lengua recorriendo mis huevos.

-Ya llego.

Se coloca justo debajo con la lengua fuera. Una enorme primera descarga cae desde su barbilla hasta más allá de su pelo, manchando la cama. Varias la siguen, empapándo entera su tierna cara. Nunca me había corrido así. La flojera de las piernas hace que me tenga que sentar. Se quita lo que le ha caído en su ojo derecho y se lo lleva a la boca a pesar de que sus labios ya están repletos de mi corrida. Se acerca y da unas pasadas con la lengua por mi glande para llevarse todo lo que ha caído sobre ella, como si lo que tuviera en la cara le fuera insuficiente. Empieza a jugar con ello, con los dedos lo acerca a la boca, lo mete y lo saca, lo esparce por su cuello y sus tetas. Yo ahora disfruto del puro placer visual. No existe en el mundo nadie que refleje mejor lo que es el morbo y la lujuria, es imposible.

Suena la puerta de casa. Tan rápido como puedo me voy corriendo a mi habitación con mi ropa interior en mano. Ella hace lo propio yendo al baño.

-¿Hay alguien?

-Si.

Le tengo que responder yo, porque ella ha encendido el grifo y estará limpiándose la cara. Escucho los pasos de mi padre dirigirse a su habitación. Joder, que no haya nada sospechoso. La puerta de mi cuarto se abre y casi me da un vuelco el corazón. Sonia entra tapada con una toalla y con su traje de tiras de cuero, el collar, la correa, el plug y el lubricante en la mano. ¿Todo eso ha cogido mientras yo corría de la escena del crimen? Los deja encima de mi cama y me giña un ojo. Sale y cierra la puerta tras de sí. Escondo los utensilios debajo de las sábanas y me pongo rápido el pantalón corto del pijama.

-¿No has hecho la cama? -alcanzo a escuchar.

-No, es que he estado haciendo ejercicio.

-¿Qué es esto de las sábanas?

-Es que se ha caído ahí un poco de leche del desayuno.

Pd. Tengo idea para hasta tres partes más, dejo en sus manos que me digan en comentarios cuántas prefieren, si una, dos o tres.