Los secretos de Jota: Dualidades: Bruno (XX) - Relatos Eróticos

Los secretos de Jota: Dualidades: Bruno (XX)

... pollas de la pareja y las usó para lubricar el culito de Mario al que empezó a meter el dedo gordo, provocando sus gemidos más agudos, y seguidamente los de Aritz con su lengua probando aquel delicioso ojete.

Continuó jugueteando con el culo de Aritz metiendo toda la lengua que podía a intervalos rítmicos diferentes mientras, de vez en cuando, le escupía un potente salivazo para humedecerlo aún más. Por el contrario Mario recibía cada poco un centímetro más del dedo gordo de Bruno que le ensanchaba las paredes del culo, las dilataba y las exponía a una follada que vendría muy pronto.

Con sus manos bien sujetas a las cabelleras rubia y morena, les aceleró el ritmo de la mamada al dildo mientras golpeaba suave con sus rabo los culitos.

Ambos gimieron ahogados queriendo ser el primero mientras no se detenía el movimiento de sus cabezas contra el dildo.

Otro gemido ahogado de ambos que podía interpretarse como que ambos querían ser el primero.

Bruno volvió a ponerse tras el sofá, delante de sus excitadas caritas y dobló un poco sus rodillas para estar frente a frente. El dildo tenía forma de medía luna pues cada uno estaba mamando una parte del dildo.

Ambos chicos respiraron muy profundo y colocaron ambas cabezas del dildo en sus respectivas pocas apretando los labios contra ellas para, a la de tres, metérselas.

Cada uno, deseando ser el primer follado, se metió su parte de dildo en la boca empujando desde la base para que entrara la mayor cantidad posible. Sin embargo, a medida que pasaban los primeros centímetros, aquel enorme dildo iba aumentando de grosor hacia su centro y eso impedía poder metérselo con la misma facilidad. Las babas de los novios caían entre las comisuras de sus labios humedeciendo la parte alta del sofá mientras estos ignoraban aquel suceso.

Cuando los dos vieron que no podían meterse más pollón de silicona Bruno comparó lo restante y decidió claramente su ganador.

Sin decir nada volvió a la parte delantera del sofá donde esperaban aquellos dos ricos culos algo lubricados.

Aritz se detuvo en mitad de la frase. La polla de Bruno empezó a entrar sin detenerse en el culo de su novio y el gemido ahogado y de puro placer de éste le confirmó sus sospechas.

Bruno terminó metiéndola completamente y ahí la volvió a sacar despacio para, sin tenerla fuera completamente, empezar a follarle con un buen ritmo el culazo abierto a su excompañero de piso.

Ya no recordaba aquel culo botando sobre su grueso rabo, entrando y saliendo mientras lo hacía suyo, lo moldeaba a su perfecto tamaño y eso le produjo un placer inmenso. Además, ese placer se incrementaba con la imagen del culo de su novio a la espera de aquella follada, como quien espera turno en el mercado para comprarse su barra de pan de leña.

Mientras Caniche seguía sostenido por sus cuatro manos y los besos entre ellos se incrementaban y a cada minuto eran más lascivos, Bruno incrementaba la follada sujetando fuerte del culo de Mario, separando sus ...