Ruth y yo, vacaciones naturistas - Relatos Eróticos

Ruth y yo, vacaciones naturistas

... tenía algún problemilla, ya que mientras a mí me ponían la polla a reventar, la suya estaba de lo más tranquila. Me dice que le ha confesado Eva que efectivamente Julien tiene una ligera disfunción eréctil que soluciona con las famosas pastillas azules, también me comenta que según Eva a Julien le encanta mirar como su mujer se masturba con consoladores mientras le hace efecto la pastillita y pueden pegarse sus buenos polvos.

Son charlas que es más posible que se den entre mujeres, que entre hombres, nosotros somos más reservados que ellas para según que temas.

Ese día por la tarde, decidimos irnos a Cambrils a dar una vuelta y cenar por allí, aunque sea vestidos, ya que después de llevar una semana todo el día en pelotas, nos apetece cambiar un poco.

Mientras estamos tomando unas cervezas en una terraza, ellas se levantan y nos dicen que se van a hacer unas compras, que las esperemos con las cervezas, que enseguida volverán.

Obedientemente nos pedimos otras dos jarras de cerveza y nos quedamos charlando amistosamente hasta que vuelven y se sientan con nosotros con una sonrisa pícara nuestras dos mujeres.

Qué habéis comprado? pregunta Julien.

Es una sorpresa, para los dos, esta noche lo veréis, contesta Eva.

Nos miramos, sonreímos y continuamos charlando juntos hasta que decidimos pedirnos algo de cenar. Tras cenar damos un paseo y nos dirigimos al camping que está a unos pocos minutos en coche.

Al llegar, Eva nos dice que hoy la copa la tomaremos en su bungalow, y así podremos ver lo que nos tienen preparado

Nos quedamos en pelotas los cuatro, como corresponde al paraíso naturista en el que nos hallábamos y después de preparar las copas, nos piden que nos sentemos en el sofá.

Los bungalows no eran muy grandes, lo justo para una pareja, pero muy bien equipados. Un sofá cómo, una mesa para comer, una pequeña cocina y una cama grande, todo en la misma estancia. Lo más grande de todo, en proporción eran los baños, una generosa ducha acristalada con vistas al espacio común y luego más discretamente situado detrás de una puerta corredera la taza del WC y un lavabo.

Julien y yo muy obedientemente nos sentamos con nuestras copas dispuestos a disfrutar de la sorpresa que nos tienen preparada.

Eva se tumba en la cama, mientras Ruth comienza a sacar de una bolsa varias cosas. Eva se abre bien de piernas, mostrando su espesa mata de pelo negro mientras le dice a su marido:

Me lo voy a teñir. Ruth y yo vamos a ser las más modernas de todo el camping, dice Eva.

Esperamos que disfrutéis del espectáculo, replica Ruth.

Nos miramos y nos reímos mientras no perdemos detalle del peludo chocho moreno de Eva que no volveremos a ver.

Ruth se acomoda en la cama a cuatro patas, para recortarle un poco el vello a Eva alrededor de su vagina. La visión que tenemos de los coños de nuestras respectivas es fabulosa y mi polla lo corrobora empezando a ponerse morcillona mientras me la sobo un poco. Julien se levanta y va a un ...