1. Ruth y yo, vacaciones naturistas


    Fecha: 02/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Miguel, Fuente: TodoRelatos

    ... estábamos quedando dormidos, empezamos a oir cómo nuestros vecinos comienzan a pasarlo bien.
    
    Te gustan las tetas de Eva, me dice Ruth.
    
    No tanto como las tuyas, respondo.
    
    Pues les das un buen repaso cuando las tienes delante, replica.
    
    Joder, como para no verlas, menudos melones. Y además tú también se las miras, que to también me he dado cuenta, contesto.
    
    Pues sí, pero no con ganas de meter mi polla entre ellas, como hacéis todos los hombres, dice riendo.
    
    Sabes que podré mirar, pero donde meto mi polla es entre las tuyas, además tú también le miras el rabo a Julien, replico.
    
    Pues si, la tiene rara verdad? Es como muy delgada y parece que la tiene un poco torcida, contesta.
    
    Pues si que te has fijado bien, guarrilla, le digo.
    
    Tú también sabes que la que me gusta es la tuya, contesta mientras se agacha y se la mete en la boca. Sabes cómo me gusta comértela y tragarme hasta la última gota, dice Ruth.
    
    Dicho y hecho, me la empieza a comer describiendo círculos con su lengua en mi capullo, tragándosela entera hasta que ya no puedo más y descargo en su boca el contenido de mis huevos. Se relame saboreando hasta la última gota de mi semen y cuando deja de estar dura como un palo la saca de su boca.
    
    Ahora me toca a mí, respondo llevándola a la cama y abriéndole las piernas.
    
    Le acaricio su verdoso pubis, mientras empiezo a succionarle el clítoris. Acompaño el trabajo bucal con la introducción de un par de dedos en su chorreante coño. Me deleito con sus jugos, me encanta su sabor y cuando me dice que ya no puede aguantar mucho más, le pido que de rienda suelta a todos sus líquidos, obsequiándome con un maravilloso squirt que saboreo con todas mis ganas.
    
    Van pasando los días y vamos cogiendo más confianza entre nosotros, Ruth y Eva se llevan muy bien y como suele suceder, un día comienzan a hablar de sus experiencias en la cama, sobre cómo nos portamos Julien y yo con nuestras respectivas mujeres.
    
    Bajamos juntos a la playa todos los días y casi siempre nuestras señoras se dedican a ponerse crema solar delante de nosotros de una forma, digamos muy provocativa. Se aplican con especial destreza a untarse de crema sus generosas tetas, delante de Julien y de mí. Esos juegos es algo que mi polla no puede soportar y empieza a mostrar signos de empalme. Sí que me doy cuenta de que Julien a pesar de no perder detalle de los juegos de nuestras mujeres, su rabo no da signos de vida. Será por la edad, imagino.
    
    Ese día las señoras, dieron un paso más y se dedicaron a ponerse crema la una a la otra, sobándose las tetas, las piernas, el culo, …. No que queda más remedio que irme al agua para no dar el cante con la erección que me habían provocado. Mientras tanto Julien seguía sin perder detalle del sobeteo que se estaban dando, pero sin empalmarse. Que control tiene, pensé.
    
    Cuando subimos al bungalow, le agradecí a Ruth el espectáculo que nos habían brindado Eva y ella, a la vez que le pregunté si sabía si el marido de Eva ...
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