1. Ruth y yo, vacaciones naturistas


    Fecha: 02/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Miguel, Fuente: TodoRelatos

    ... su meada caliente sobre mi polla. Una vez que ha terminado, cambiamos las posiciones y soy yo quien le riega sus tetas y su coño con mi orina.
    
    Reconozco que habrá gente a la que esta situación le pueda producir cierto asco y que no le guste, pero a nosotros nos encanta. A veces lo hacemos en la bañera y cuando ella se mea con mi polla dentro de su coño o de su culo, a mí me pone terriblemente cachondo, tanto como a ella cuando estando dentro de ella soy capaz de regarla por dentro.
    
    Una vez terminada la ducha, nos vamos a cenar algo al restaurante del camping, al salir saludamos a nuestros nuevos vecinos, que nos miran como sabiendo perfectamente el homenaje que nos acabábamos de dar. Nos dicen de quedar después de cenar a tomar una copa, a lo cual aceptamos gustosamente.
    
    En la terraza del restaurante y con unos gin tonic por medio, empezamos a hablar entre nosotros, empezamos a conocernos y la verdad es que hacemos buenas migas. Son una pareja normal, se les ve buena gente. Julien habla muy buen español y nos entendemos bien. Ruth y Eva se ponen a hablar entre ellas, en un momento de la conversación, oigo que Eva se interesa por nuestra relación, le pregunta que si no hemos tenido rechazo por la diferencia de edad, también las oigo comentar como Eva se interesa por cómo se tiene que sentir una mujer de sesenta y tantos en la cama con un hombre al que le dobla la edad. Ruth le responde que no tiene ninguna queja al respecto.
    
    Mientras estamos en la terraza del camping, no puedo evitar que la vista se me vaya de vez en cuando a los dos pares de tetas que tengo delante. Ruth va bien servida de pecho, pero lo de Eva es otro nivel. Por supuesto que ellas se dan cuenta, y como premio por parte de Ruth, recibo otro pellizco en mi rabo y un cariñoso apretón de huevos.
    
    Terminamos las bebidas y nos vamos a nuestros bungalows a descansar, por el camino, de vez en cuando, Julien y yo nos giramos para contemplar el bamboleo de las tetas de nuestras mujeres. Es estupendo ver el movimiento de unas buenas tetas naturales al caminar, ellas lo saben y de vez en cuando se las cogen frotándose los pezones con sus dedos mientras se las soban. Nos están poniendo cachondos y los cuatro sabemos lo que nos espera en cuanto entremos en nuestros bungalows.
    
    Nada más cruzar la puerta, empezamos a besarnos, a sobarnos, a meternos mano, a disfrutar de nuestros cuerpos desnudos, y en el sofá echamos un buen polvo. Esta vez Ruth me pide que cuando me vaya a correr se lo de en la boca, algo que le encanta, a lo cual accedo encantado.
    
    Cuando terminamos, afinamos el oído a ver si escuchábamos a nuestros vecinos follar como ellos nos habían escuchado a nosotros. No oímos nada, con lo cual deducimos que quizás sean bastante silenciosos cuando lo hacen, no es que nosotros seamos muy escandalosos, pero sobre todo Ruth, a veces no se controla y chilla un poco más de la cuenta, especialmente cuando se la meto por el culo.
    
    Nos vamos a la cama y cuando ya nos ...
«1234...10»